El juez Claudio Bonadio procesó como miembro de una asociación ilícita y por cohecho a Paolo Rocca, CEO de Techint. Además, le aplicó un embargo de $ 4.000 millones y le prohibió salir del país. El empresario apeló la resolución. Sus abogados sostuvieron en el escrito que la resolución de Bonadío «carece de pruebas y fundamentos».
Las acciones de Tenaris, una empresa metalúrgica multinacional subsidiaria del Grupo Techint, se desplomaron ayer un 10%, y arrastró en la caída a la bolsa local, de la cual es el valor referente. La compañía también cotiza en Nueva York y en Milán, así que las repercusiones negativas en el Hemisferio Norte, entre inversores y reguladores, están garantizadas. Los medios internacionales, como el Financial Times, ya han largado la noticia.
A través de comunicados emitidos en Luxemburgo por las empresas Ternium y Tenaris, las dos principales firmas del Grupo Techint, el empresario ítaloargentino fue respaldado por el conjunto de los directivos. El Consejo de Administración de Ternium y el de Tenaris dicen que «tras monitorear la situación en consulta con sus asesores legales internos y externos y, luego de revisar la decisión adoptada por el juez, han confirmado a Rocca como presidente de la sociedad».
Así, ambos órganos empresarios instruyen al CEO de Techint «a continuar desempeñando sus responsabilidades con nuestro completo apoyo».
Hasta ahora, la causa de los «cuadernos de Centeno» tenía un contenido sobre todo político. Con consecuencias en el mundo empresarial y en la economía argentina, es cierto. Las empresas mencionadas en la instrucción se encontraron de inmediato en problemas para conseguir financiamiento, lo que paralizó hasta ahora un ambicioso plan de obras públicas que el gobierno imaginó bajo la modalidad «PPP».
Un buen número de empresarios importantes fue indagado y algunos quedaron con prisión preventiva. Pero el ser aceptado como «arrepentido» dependía de su disposición a contribuir en la investigación. Y la investigación, en la causa que lleva adelante Bonadío y en los medios, se centraba en las acusaciones a miembros del gobierno anterior.
Ya no es así. Ese aspecto continuará vigente, sin duda. Pero esta decisión de Bonadío involucra al poder económico en Argentina. En una magnitud sólo comparable a la prisión de Odebrecht en Brasil. En realidad, mayor, considerando las proporciones de empresas y personajes.