Horas antes de aterrizar en Argentina, el presidente Donald Trump dio otra muestra de apoyo a la administración de Mauricio Macri: se anunció un préstamo por 813 millones de dólares -a empresas estadounidenses- para inversiones -de empresas estadounidenses-en los sectores de infraestructura, energía y logística, por un total de 3000 millones de dólares.
El anuncio lo hizo la Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC, por sus siglas en inglés), una institución del gobierno estadounidense que brinda financiamiento para el desarrollo de proyectos destinados a apoyar el crecimiento económico.
Hacía siete años que esta organización, que necesita de la aprobación del Congreso de Estados Unidos para otorgar créditos, no financiaba proyectos privados en la Argentina. «Anunciar estas inversiones no son una coincidencia, son el resultado del compromiso del presidente Macri de tener un mercado abierto y transparente. Por eso el presidente Trump nos pidió que financiemos proyectos de infraestructura, algo que este país necesita mucho», dijo Ray W. Washburne, presidente y director ejecutivo de la OPIC, ayer a la tarde en el palacio San Martín, sede de Cancillería.
Algunas grandes empresas locales no recibirán esta noticia con entusiasmo: además que varias de ellas están acosadas judicialmente por los «cuadernos de Centeno», sus competidoras de EE.UU. tendrán apoyo de su gobierno para intervenir en las licitaciones argentinas.
Deberían ver el lado positivo: este lunes 26 Clarín anunció que se firmará un acuerdo marco para generar inversiones directas de empresas estadounidenses hasta US$ 20.000 millones anuales en energías convencionales, energía eléctrica y renovables. Probablemente el acuerdo marco se firme -es poco más que un gesto- pero queda claro que el gobierno de los EE.UU. se comprometerá con cifras muchos más modestas ¿Cómo se dice en inglés «tampoco la pavada»?