El riesgo país de Argentina, medido por el banco J.P. Morgan, subió 28 unidades ayer martes hasta 726 puntos básicos, nivel que no registraba desde mediados de septiembre.
La sensación de «renovada confianza» que buscó transmitir el gobierno, hasta de cierta euforia, es evidente que quedó limitada a los funcionarios y algunos operadores políticos. Los mercados financieros siguen escépticos frente a la economía local. Y tampoco parecen muy entusiasmados con la situación global.