La Comisión Europea, presionada por los productores europeos, rectificó su decisión del pasado septiembre y pide ahora reimponer aranceles al biodiesel argentino. El brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) propondrá a los gobiernos del bloque imponer otra vez aranceles al biodiesel nacional, esta vez en un rango que iría del 25% al 33,4%.
Este giro de la Comisión Europea se da después de una denuncia de los productores, principalmente italianos y españoles, que usan aceites vegetales y reciclados. Alegan que las importaciones de biodiésel barato argentino los ponen contra la pared porque está subsidiado.
La Comisión acepta sus alegatos y dice ahora que “a la vista de las conclusiones alcanzadas, debería imponerse un arancel definitivo para prevenir la materialización de la amenaza inminente de daño material en la industria de la UE por parte de importaciones subsidiadas”. El fin de los aranceles en septiembre llevó a un aumento de la exportación argentina del biocombustible a Europa.
La bronca europea con el biodiésel argentino se arrastra desde hace años. El 9 de noviembre del año pasado los productores europeos denunciaron y el pasado 31 de enero Bruselas anunciaba que habría una investigación sobre los subsidios de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, los productores de EE.UU. piden a Donald Trump que no le quite los aranceles al biodiésel argentino. ¿No era que el proteccionismo era una cosa del pasado?