Según los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), las divisas que el país obtendrá por la exportación de granos y subproductos totalizarán u$s 19.878.950 millones. En 2017 se habían alcanzado los u$s 21.399.084 millones.
Sin duda, las lluvias de la temporada 2017 y la sequía de 2018 contribuyeron a ese resultado. Para el 2019, el gobierno confía en que la situación se revierta. Las indicaciones de las cosechas de trigo y cebada aparecen favorables.
Pero el otro factor que juega son las expectativas de los productores. Si se deciden a vender los granos. O no.
Actualmente, y sobre datos de Agroindustria, restan por venderse 3 millones de toneladas de soja que representan ingresos por u$s 1.080 millones. Se supone que el productor no negociará sino hasta marzo para pagar los gastos de campaña, aunque los buenos resultados que se están viendo en el trigo pueden ayudar a suplantar a la oleaginosa que con un mejor precio puede seguir esperando en el campo.
Para los operadores consultados, si el clima acompaña y se llega al menos a los 50 millones de toneladas de soja, será difícil que el productor la entregue. Eso dependerá de la guerra comercial. Si EE.UU. y China no le dan fin a sus discusiones la oleaginosa y empezará a subir, y con eso el campo sabe que es mejor esperar para ver hasta donde asciende.
Desde ya que otro motivo para saber cuándo comercializar los granos tiene que ver con el precio del dólar. Si se espera otra devaluación, el productor preferirá demorar la liquidación.