Cuando este miércoles 19 el Banco Central cancele el saldo de $ 68.618 millones que quedan de las LEBACs será el adiós definitivo para un instrumento que marcó un hito en la historia económica de la era Macri. Entre los mejores recuerdos que dejarán las letras internas del BCRA en los inversores serán la posibilidad de haber obtenido tasas de hasta dos dígitos en dólares en sus buenas épocas, a través del famoso carry trade, y sus altos retornos en pesos, que permitieron ganarle a la inflación.
En 2016, el carry trade con Lebac arrojó una tasa del 12,4%, mientras que en 2017 el retorno llegó a 8,7%, según un informe de GMA Capital. La crisis cambiaria cortó la fiesta y en 2018 se revirtió la tendencia, con una pérdida en dólares para los inversores este año del 28,9%.
Si hablamos de inversiones en pesos, no hay dudas de que las Lebac fueron imbatibles. «No solamente posibilitaron mantener el poder de compra a lo largo de estos años, sino que permitieron que el capital invertido creciera por encima de la inflación. Desde fines de 2015, el encarecimiento del costo de vida fue 140,7% (considerando el índice CER) mientras que la inversión en la Lebac más corta rindió 154,6%», indicaron desde GMA.
En esa gran novela «Moby Dick», Herman Melville le hace decir a su protagonista «Todos mis medios son cuerdos, mi motivo y mi final son locos«. Es la diferencia entra la racionalidad de los operadores financieros y la locura de un modelo.