La Legislatura porteña aprobó este jueves la legalización del juego online. Se podrán hacer apuestas por internet desde el año que viene sobre un resultado de fútbol, el ganador de una pelea de box o un partido de tenis, y se podrá jugar al poker online, entre otros.
La norma fue sancionada con los 34 votos del oficialismo y el rechazo de todo el arco opositor.
A partir de ahora, Lotería de la Ciudad quedó habilitada para llamar a una licitación y otorgar permisos para que empresas privadas puedan explotar el juego online. La cantidad de licencias se irá determinando de acuerdo a los interesados que se postulen. Se estima que los principales protagonistas del mercado en otros países, como Bwin o Pokerstars, podrán participar, al igual que firmas locales.
La carga impositiva será alta, aunque seguramente no tanto como los beneficios. Un 6% de Ingresos Brutos, y luego otro impuesto hasta un máximo del 25% de la facturación total.
En el Gobierno porteño estiman que la recaudación por esas cargas estaría entre los 350 y los 500 millones de pesos anuales. En revancha, no estiman cuánta plata dejará el país cuando esta explotación online de la ludopatía, un problema de salud pública, vaya siendo copada por multinacionales.
La ley aprobada es similar a la que la semana anterior sancionó la Legislatura bonaerense. Esa decisión le valió al Gobierno de María Eugenia Vidal una crítica de la Iglesia, que señaló que con el juego online «cada casa podría convertirse en un casino». La respuesta de la Lotería bonaerense fue que el mercado de las apuestas por internet ya existe pero en negro y sin controles.
Ahora que los gobiernos nacional y bonaerense se asociaron al casino en cada casa, ¿cuál es la gran preocupación?