Tras la devaluación las exportaciones comenzaron a reaccionar. Por primera vez en 20 meses, el comercio exterior argentino tuvo en septiembre un superávit de u$s 314 millones. Pero esto no se debió a que subieron las cantidades exportadas sino a la caída del consumo interno. Que provocó una baja en las importaciones en septiembre medidas en cantidades.
El acumulado de los primeros nueve meses del año siguió siendo deficitario, ya que el comercio exterior tiene un saldo negativo del 27% en comparación a igual período de 2017. En septiembre, las ventas al exterior cayeron 4,8% respecto del mismo mes del año pasado, aún cuando el tipo de cambio real estaba un 49% más devaluado en comparación de ambos períodos.
En noviembre se afirmó el superávit comercial, esta vez de casi US$ 1000 millones, el mayor desde junio de 2014.
El INDEC difundió el informe de Intercambio Comercial Argentino, que muestra un saldo positivo de US$ 979 millones, gracias al repunte de las exportaciones (+14,5%). Es la suba más importante del año. En valores absolutos se exportaron US$ 5344 millones.
Las importaciones cayeron 29,2% por el impacto de la suba de la divisa norteamericana, pero también por la contracción económica. Las compras sumaron US$ 4365 millones.
El intercambio comercial de autos con Brasil comenzó a marcar las principales diferencias de noviembre con relación a los primeros meses de 2018. Las exportaciones cayeron -en cantidades- 11,8%, mientras que las importaciones se derrumbaron 48,3%. También se frenaron muy significativamente las compras de bienes de consumo, piezas y accesorios para bienes de capital, bienes de capital y combustibles y lubricantes.
Por el lado, de las ventas al exterior volvieron a crecer las exportaciones de combustibles (+54,1%) y también las manufacturas de origen industrial (+13,4). Tras la sequía, el campo mostró dinamismo también, aumentando las ventas en 22,9%.