Con un DNU, el gobierno dispuso que las frecuencias para dar telefonía móvil que la ley vigente reserva para la empresa satelital estatal argentina ARSAT pasen al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), para licitarlas entre las empresas proveedoras. Así, ARSAT pierde 90mhz de espectro, por un valor (estimado) de unos 500 millones de dolares.
Según el decreto 58/2019 publicado en el Boletín Oficial, empresas regionales o locales, públicas o privadas podrán acceder a ellas en una participación no menor al 20%. Están habilitados, entonces, grandes operadores como Movistar, Personal y Claro, y otras empresas interesadas en ingresar al negocio móvil que estén en condiciones de alcanzar ese 20%.
En el anexo se detallan las frecuencias alcanzadas, que sirven para dar servicios móviles 3G y 4G. Se trata de bandas nacionales de 700 mhz y de 1,7-2,1 mhz, y regionales de 1.800-1.900 mhz. Esas bandas habían sido reservadas para ARSAT por la ley 27208, con carácter preferencial como recurso estratégico.
Recordemos que en el proyecto de «Ley Corta» de comunicaciones -aún sin aprobar en el Congreso y que no está incluido en extraordinarias- se modificaba esa ley, pero no se tocaba la reserva de frecuencias para ARSAT!
La oposición parlamentaria ya condenó «el desguace de Arsat, el desprecio por el patrimonio público y la renuncia a la soberanía satelital» y declaró que “la Comisión Bicameral de seguimiento de los DNU del Congreso deberá tratarlo rápidamente y dictaminar su rechazo”.