La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia había requerido a los 14 bancos dueños de Prisma -la licenciataria local de la tarjeta Visa y propietaria de Banelco, LaPos, Pagomiscuentas y Todo Pago- a vender parte de sus operaciones. En ese marco el grupo inversor norteamericano Advent International adquirió el 51% de las acciones por US$ 724,2 millones. El consorcio de bancos conservará el 49% restante, que vale US$ 695,8 millones.
Entre las 14 entidades bancarias se encuentran Banco Patagonia, Macro, Santander, HSBC, Itaú, ICBC, BBVA y Galicia. La transacción se realizó un día antes que venciera el plazo que la CNDC le había impuesto a la principal operadora de medios de pago electrónicos y tarjetas de crédito para desprenderse de sus activos, luego de que la Comisión iniciara una investigación por presuntos comportamientos anticompetitivos y abuso de posición dominante vertical en el mercado, en agosto de 2016.
Los bancos tienen ahora un plazo de hasta tres años para desprenderse del resto de las acciones de la empresa, según el plan que le presentaron al Gobierno en 2017. En cumplimiento del cronograma comprometido, además, desde este mes, el arancel tope para ventas con tarjetas de crédito que las emisoras les cobran a los comercios se redujo de 3% a 2,15%, y de 1,5% a 1% para las transacciones con tarjeta de débito. Los comercios cobran sus ventas con tarjeta de crédito 18 días hábiles más tarde, y las realizadas con débito, a las 48 horas.
A partir del 2 de enero también comenzó a funcionar la llamada multiadquirencia, que les permite a las terminales de venta (POS) procesar más de una marca de tarjetas. Antes, los comercios debían tener un POS por cada operador.
El mercado de tarjetas de crédito está integrado por Visa, con el 62%; las marcas MasterCard y Maestro, con un 22%, y el 16% restante se reparte en partes iguales entre Tarjeta Naranja y American Express.
Esteban Greco, titular de la CNDC dijo que «Este es el caso más importante que teníamos y es el primero que, tras una investigación por prácticas anticompetitivas, finaliza con la venta de una empresa argentina. Lo vemos de una forma muy positiva porque ayudará a avanzar en un proceso de mayor competencia en el mercado de procesamiento de pagos».
Advent International, por su parte, es un grupo inversor que, al 30 de septiembre pasado, administraba activos por US$ 39.000 millones en el mundo. La adquisición de Prisma es la sexta inversión que realiza el grupo en la Argentina, tras quedarse con la empresa de seguros de viaje Universal Assistance -hoy en manos de Zurich-, las bodegas Graffigna y Santa Sylvia – que posteriormente las vendió a Allied Domecq-, el laboratorio LKM -el cual adquirió después el Grupo Biotoscana y Advent quedó con un 27% de participación-, los medicamentos genéricos Fada Pharma -que terminaron en manos del grupo chileno Recalcine- y el correo privado OCA, del cual se desprendió en 2009. «Varía según el proyecto de la transformación que se quiere hacer en la compañía, pero en general el grupo controla la empresa por cuatro o seis años y después se desprende. La salida no es de forma abrupta», contó Juan Pablo Zucchini, socio gerente de Advent International.
Esta operación, más allá de su tamaño, representa entonces otro ejemplo de la transnacionalización de las empresas locales.