El «déficit 0» como el horizonte: se aleja cuando uno se acerca

A pesar de los aumentos de tarifas y ajustes en jubilaciones, sueldos e inversiones, el déficit fiscal total se redujo en 2018 apenas el 0,2% del PBI: pasó del 6% al 5,8% del PBI. Porque los gastos primarios, que no consideran los intereses de la deuda, se redujeron del 2,9% al 2% del PBI pero la cuenta de intereses subió del 3,1% al 3,8% del PBI.

(Si Ud. notó que los funcionarios siempre hablan de «déficit primario», se debe a esto que se señala arriba: hay un esfuerzo para que no se hable de los intereses de la deuda, como si no hubiera que pagarlos…).

El año pasado, “el resultado primario arrojó un déficit de $ 274.094 millones (2% del PBI), contra un saldo primario deficitario de $ 301.351 millones obtenido a diciembre de 2017 (bajó un 9,0% interanual )” pero se devengaron $ 537.208 millones en concepto de intereses (subió un 70,4% interanual, 3,8% del PBI)”.

Los datos son del Informe de Ejecución Presupuestaria de la Administración Pública Nacional que elabora ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública). Allí se señala que “el resultado financiero acumulado al mes de diciembre constituyó un déficit de $ 811.302 millones (5,8% del PBI), un 31,6% superior al de 2017.” En 2017 había sido negativo en $ 612.700 millones, el 6% del PBI, repartido entre un 2,9% en gastos primarios y 3,1% en intereses.

En cambio, el Ministerio de Hacienda informó que el año pasado el déficit total fue del 5,2% del PBI, tomando los números según el movimiento de Caja, con una reducción de 0,8 puntos respecto de 2017. La diferencia entre uno y otro radica en la forma de contabilizar los gastos. Hacienda cuenta los gastos en «base Caja»: hasta que no se paga, no es un gasto.

Resumiendo: el “ahorro” logrado por la baja del gasto primario quedó compensado casi en su totalidad por el aumento de la cuenta de intereses y por eso el resultado negativo tuvo una leve diferencia de 0,2 puntos del PBI. El 80% del “ahorro” fiscal primario se compensó por el “desahorro” financiero.

Los intereses de la deuda pública ascendieron en 2018 a $ 537.208 millones, con una suba del orden del 70,4% de año a año (el aumento más importante en todos los rubros del gasto). Y son el segundo rubro en importancia después de las Prestaciones a la Seguridad Social (jubilaciones y pensiones).

Entre los gastos primarios (los que no son intereses), los subsidios (concentrados principalmente en las áreas de energía y transporte) sumaron $ 292.145 millones en 2018, un 38% más que lo devengado en 2017.

Por debajo de la inflación crecieron las Prestaciones de la Seguridad Social, las Remuneraciones y la Inversión Real Directa.

VIAClarín