Al contrario de las otras petroleras, que registraron un crecimiento récord de producción de gas del 5,29%, YPF tuvo su peor caída desde 2011 y rompió una racha de cinco años de subas consecutivas. Este retroceso del 3,87% refleja la delicada situación que está atravesando la principal jugadora del mercado, que quedó relegada del reparto de subsidios que este último año acaparó Techint en su gran mayoría.
“La caída no se produce por un problema de la empresa, sino que es producto de la política que se implementó desde el inicio de este gobierno. Es conocido que la Resolución 46 perjudicó a YPF y tuvo que cerrar pozos en verano”, afirma Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Mosconi. (La resolución 46 es la que limitó los subsidios a la extracción de gas, y tanto Techint como YPF la han cuestionado. El asunto fue comentado en AgendAR y, en realidad, en todos los medios).
“Es una diferencia radical respecto a 2015, cuando YPF era la que más crecía y la que más gas nuevo aportaba. Desde la mismísima asunción de Macri se la ha desplazado en beneficio de compañías como Tecpetrol (Techint) y CGC”, agrega Federico Bernal, director del OETEC.
Estas dos productoras -que pocos años atrás no tenían presencia alguna- fueron las de mejor desempeño en el 2018, con sorprendentes alzas del 160% y 49%, respectivamente. Sucede que a raíz de la sobre remuneración de 7,5 dólares por millón de BTU que percibían, el gas no convencional comenzó a avanzar a tasas sorprendentes, compensando el mal rendimiento de los pozos maduros de las principales jugadoras como YPF, Total y Pan American Energy.
Además, YPF se vio perjudicada con una pérdida de 60 millones de dólares de forma retroactiva a partir de ese recorte de incentivos fiscales instrumentado por Lopetegui.
“Es importante destacar que la compañía planteó una estrategia de apuntar a la producción petrolera más que al gas en su último plan de negocios. Me parece una decisión correcta, ya que, a diferencia del gas, el crudo es de muy fácil transporte y se puede colocar sin problemas en el mercado internacional”, aclaró Rabinovich.
Si bien lo planteado por el vicepresidente del Mosconi se reflejó en los números de este año con un avance del 2,89%, la producción de crudo todavía se encuentra por debajo de los niveles del 2015 a raíz de la estrepitosa caída del 5,45% registrada en el 2017. Es por eso que en los primeros dos años de la administración Cambiemos las reservas cayeron un 24%, lo que podría incrementarse debido a los malos resultados del último año.
“Es muy probable que eso pase. Todo el gas extraído fue de reserva, ya que salvo excepciones, no hubieron nuevas áreas operadas”, vaticinó Bernal. Por otro lado, no es nuevo el cuestionamiento del sector a la importancia que le está dando la petrolera a la generación eléctrica, ubicándola como su mayor negocio potencial, amparado en las altas tarifas en dólares que le paga el estado.
Esta crónica que aquí resumimos fue preparada por un medio de Comodoro Rivadavia, y es natural que se enfoque en la actividad del sector. En AgendAR nos interesa agregar que un objetivo del Estado no puede ser sólo tener una compañía petrolera eficiente. También debe priorizar el suministro de energía económica a los hogares y las industrias nacionales.