El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española se presenta en Córdoba (Argentina) del 27 al 30 de este mes de marzo. En la céntrica Plaza San Martín de Córdoba Capital, un gran panel con letras de colores cronometra los días que faltan para el inicio del congreso. El contador ya no llama la atención de los cordobeses; ya saben de memoria la sigla de cuatro letras: el CILE.
Por encima de la promoción cultural -y también del cholulismo- inseparables de estos eventos, hay un aspecto geopolítico y de «poder blando» que merece algo de reflexión.
Más de 480 millones de personas utilizan el español como lengua materna en todo el mundo y 577 millones lo hablan, según estadísticas de 2018. Por razones demográficas, y también por los 21 millones de alumnos que lo estudian como lengua extranjera, va a seguir creciendo. Tras el chino mandarín, es el segundo idioma del mundo -por delante del inglés- y el tercero entre los más utilizados en Internet. Pero las industrias del entretenimiento y del software no están usando a fondo este capital común, y tampoco la comunicación científica.
En el congreso intervendrán más de 250 escritores, académicos, pensadores y artistas de los 32 países participantes. Entre ellos, Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez, Nélida Piñón, Martín Caparrós, Joaquín Sabina, Jorge Fernández Díaz, Soledad Puértolas, Alejandro Dolina, Norma Morandini, Elvira Sastre, Luisa Valenzuela y Elsa Osorio.
El tema principal de CILE es el futuro del idioma español. Por ahora, el evento ya transformó la segunda ciudad de la Argentina en cantidad de habitantes con obras cuyo costo sobrepasa los $ 500 millones. Las mejoras edilicias incluyen todos los espacios en los que sesionará el congreso.
Tendrá como epicentro el Teatro del Libertador General San Martín, pero también se desarrollará en el Teatro Real, la Universidad Católica y las facultades de Derecho y Ciencias Exactas. Además, se mejoraron otros espacios sede de actividades, como la Biblioteca Córdoba, y se realizaron obras en la vía pública.
¿Se ha logrado romper con el tradicional predominio de autores y expertos masculinos que arrastra el CILE? En parte, aunque sí será el congreso con mayor presencia activa de mujeres disertantes, con al menos 36% (más de 90 ponentes), según confirmó el Instituto Cervantes, organizador del encuentro junto a la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) y las administraciones argentinas de Nación, provincia y la ciudad de Córdoba.
De la Academia Argentina de Letras (AAL), que ejerce la secretaría del congreso y es organizadora de múchas actividades, acudirá el mayor número de representantes: 14 de sus 16 integrantes. José Luis Moure, presidente de esa institución, adelanta su aporte al CILE, que ya cuenta con casi 3500 inscriptos: «Procuraré plantear lo que para mí es una falsa oposición entre el español, considerado como lengua uniforme, y su condición como una lengua que tiene una enorme cantidad de variedades».
Será la primera vez en la historia del CILE, desde México 1997, que un país reincide como anfitrión: solo la Argentina lo consiguió, y las expectativas son altas; esperan la presencia de unas diez mil personas y superar así las marcas de Rosario 2004.No faltará humor cordobés, pero sí el de un santafecino que se nos perdió: Roberto «El Negro» Fontanarrosa, maestro de la historieta y el cuento, que tanto hizo reír y pensar, allá en Rosario, con su disertación sobre las malas palabras.