En Argentina el cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte por enfermedad oncológica en las mujeres, después del cáncer de mama. Y según la Organización Mundial de la Salud, prácticamente todos los casos –el 99%– están vinculados con la infección causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Pese a la utilidad sanitaria de las vacunas comerciales, sólo protegen contra dos cepas de VPH cancerígenas (las más prevalentes) de las 15 que existen. A su vez las vacunas existentes, son de muy alto costo tanto para salud pública como para el sistema privado de medicina.
Frente a esto, el Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas que lidera el doctor Gonzalo de Prat Gay en la Fundación Instituto Leloir ha venido investigando mecanismos fundamentales del VPH en tres áreas, a nivel de sus proteínas.
Una relacionada al mecanismo de control de sus genes, una segunda a las bases bioquímicas de los procesos que llevan al desarrollo de cáncer y la tercera a cómo se puede ensamblar la partícula viral a través de una de sus proteínas. Esta última es la base de la vacuna preventiva existente de aplicación a nivel mundial, donde en colaboración con una empresa desarrollaron una tecnología alternativa para producir esta vacuna – la cual es parte del calendario nacional- en el país con tecnología propia y a un costo considerablemente inferior.
“Cuando el VPH infecta las células del cuello uterino se expresan proteínas, llamadas oncoproteínas, que interfieren en el ciclo celular, entre ellas la E7, llevando a la replicación descontrolada característica de los procesos cancerosos”, explica el doctor Prat Gay, Investigador Superior del CONICET en la FIL. Su laboratorio desarrolló además una prueba de concepto de una vacuna con potencial terapéutico contra la etapa de cáncer por VPH, a diferencia de la vacuna profiláctica, con resultados publicados en revistas de referencia internacional y aplicaciones de patentes.
“El VPH fue reconocido recientemente también como el causante del 30% de los cánceres orofaríngeos”, afirma el investigador de la FIL.
A lo largo de los años el laboratorio de Prat Gay ha desarrollado herramientas para detectar la presencia de marcadores diagnósticos para aplicación en biopsias, de proteínas de VPH relacionadas con la presencia de cáncer y otros marcadores. En esta línea su grupo está llevando adelante estudios sobre aplicaciones para diagnóstico en colaboración con diversos centros de salud locales públicos y privados. “Los mismos tienen aplicación no solo en cáncer de cuello de útero (el de mayor impacto en la población), sino en cánceres de cabeza y cuello y otros cánceres mucosos donde el VPH interviene”, explicó el investigador.