OxyContin, un analgésico que se vende en Argentina, denunciado por provocar drogadicción

Estados Unidos está sufriendo una epidemia de drogadicción por el consumo de opiáceos. Ha sido calificada como “la peor crisis por drogas en la historia del país”. El presidente Donald Trump declaró una emergencia de salud pública. Unos 2,4 millones de estadounidenses son adictos a estos fármacos y como consecuencia 90 de ellos mueren cada día.

Los estadounidenses mueren ahora más por sobredosis que por accidentes automovilísticos. En 2017, el último año del que se tienen datos, las drogas provocaron la defunción de 70.000 personas y los opiáceos fueron el motivo principal que condujo a más muertes por sobredosis.

El factor más notorio es el analgésico OxyContin, que también se vende en Argentina. En los EE.UU., un grupo de más de 500 ciudades, condados y tribus de nativos americanos presentaron una demanda masiva en la que se acusa a los miembros de la familia Sackler, los propietarios y máximos responsables de Purdue Pharma, la empresa que elabora el OxyContin en ese país.

A diferencia de otras demandas, en esta se acusa de forma directa a los propietarios del negocio. La iniciativa judicial abarca a 26 estados y ocho tribus de nativos y acusa a los Sackler de vulnerar la legislación, a sabiendas, para enriquecerse mientras, según la acusación, miles de personas mueren.

Los Sackler deben su inmensa fortuna principalmente a Purdue Pharma, empresa que no cotiza en bolsa. “Ocho integrantes de una sola familia hicieron la opción de elegir aquello que ha contribuido a la epidemia del opio”, señala el documento presentado esta semana en el Tribunal Federal del distrito sur de Nueva York. “Esta nación encara una adicción sin precedentes a los opiáceos que fue iniciada y perpetuada por esta familia”.

Los acusados replicaron en un comunicado que las alegaciones carecen de sustento y que sólo se persigue crear un estado de opinión, y no de justicia, para imputarlos por toda esta crisis.

Una consecuencia inmediata ha sido que el Museo Guggenheim de Nueva York dijo que no tiene previsto aceptar donaciones futuras de la familia de Mortimer D. Sackler, un filántropo y antiguo miembro de la junta directiva del museo, ya que los intereses farmacéuticos de su familia han estado vinculados a la crisis de los opiáceos.

La galería Tate, que dirige algunos de los museos de arte más importantes de Gran Bretaña, anunció que «en las circunstancias actuales no creemos que sea correcto pedir o aceptar más donaciones de los Sackler».

La situación en Argentina

En nuestro país el Oxycontin es ofrecido por Mundipharma Pharmaceuticals SRL, un laboratorio de Estados Unidos que en 2016 se instaló en nuestro país. «Lo seguimos vendiendo», confirmó al periodismo Martín Gravano, gerente general del laboratorio, al ser consultado.

Gravano explicó que Mundipharma es una compañía independiente de Purdue Pharma. Por lo tanto, «no tenemos mucho reporte» sobre lo que sucede en Estados Unidos y «no tenemos comunicación con ellos».

«No lo vendemos mucho. Es pequeño (a nivel mercado), para nosotros. No es muy utilizado en Argentina. Cada país tiene sus particularidades, y en Estados Unidos se toma mucho más».

Gravano señaló que el producto se vende bajo las regulaciones de la ANMAT y aseguró: «No hemos tenido reportes» sobre inconvenientes respecto a su uso en Argentina. Por lo tanto, señala que no evaluaron sacarlo del mercado.

Fuentes de la ANMAT, la entidad oficial responsable del área confirmaron que el analgésico está registrado en el país, que se vende bajo receta oficial y que en el sitio web del organismo se informa sobre sus componentes y efectos adversos. Sobre la situación en Estados Unidos, prefirieron no hablar.

El Oxycontin es un analgésico que se ofrece en comprimidos de 10, 20 y 40 mg. Está indicado para el tratamiento del dolor moderado a severo, cuando la administración continua durante las 24 horas del día de un analgésico es necesaria por un extenso período de tiempo.

El elemento adictivo no sólo es la oxicodona. Los muertos por el efecto del fentanilo, un opiáceo sintético, se han incrementado en un 1.000% desde el 2011, según el centro de control de enfermedades y prevención de Estados Unidos. Otra de sus conclusiones es que, desde 2016, las muertes de hombres son casi tres veces las de mujeres, sobre todo entre los 15 y los 34 años.

En AgendAR queremos subrayar que esta epidemia en EE.UU. muestra que la drogadicción no es sólo un problema de narcotráfico. El factor fundamental es la personalidad adictiva, y el Estado debe preocuparse por su recuperación y, sobre todo, por la prevención.

VIAClarín