El Gobierno espera el ingreso de unos 25.000 millones de dólares, en total, por la cosecha de soja, maíz y trigo de este año. Pero, a pesar que fue una mejor cosecha, en el mes de marzo bajó un 19,6 % la liquidación de divisas del agro. En rigor, la liquidación de divisas de ese origen en el mes fue la más baja desde 2010: U$S 1.143,4 millones. En enero se liquidó 120 millones de dólares menos que un año atrás, y en febrero 500 millones menos. En el primer trimestre del 2019 sumaron U$S 4.189,4 millones, un 10,5 % menos que el año anterior, según datos de CIARA-CEC.
Así, el salto de 10,7% en el valor del dólar durante marzo, (que en 12 meses acumula 112%), y la mejor campaña agrícola luego de la sequía del año anterior, no se reflejaron en el ingreso de divisas por exportaciones del sector.
En el gobiern confían que los dólares están en camino, porque junto a los del FMI, serían necesarios para estabilizar la evolución del dólar hasta octubre. Ya es el único objetivo que el equipo económico aspira a poder cumplir.
Por ahora, la herramienta fundamental con la que cuenta el Banco Central para ese fin, es una tasa de interés que ahoga la actividad económica y que genera un perjuicio mayúsculo en sectores cada vez más numerosos de la sociedad.
Pero para las empresas exportadoras, y los productores agrarios, la espera por una suba mayor del dólar tiene sentido. Para maximizar sus ganancias, y también para cubrir pérdidas, si sus insumos y sus deudas están dolarizados. ¿Qué medidas, si alguna, puede tomar el gobierno en está situación?