El FMI insiste en una reforma tributaria y cuestiona el monotributo

El jefe de la misión en Argentina del FMI, el italiano Roberto Caldarelli, y el representante permanente en país, el jamaiquino Trevor Alleyne.

El informe del FMI que fue la base para la aprobación la semana pasada del tramo del Stand by, también advierte -los funcionarios de carrera deben cubrirse, después de todo- el riesgo en el pago de la deuda, cuestiona el sistema tributario, y pide más apertura comercial. También, critica que se haya dotado de pocos recursos a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Otro dato interesante es el cuestionamiento al monotributo. Y el Fondo insiste en la necesidad de una reforma tributaria donde los ciudadanos paguen más ganancias.

Un aspecto significativo son las medidas de contingencia que los técnicos del Fondo recomiendan en caso de que se produzcan faltantes en los ingresos fiscales (la caída en la recaudación impositiva que siempre acompaña las medidas de austeridad).

Las autoridades argentinas señalaron como única posibilidad en ese caso la reducción los gastos de capital –obra pública. Pero el FMI propone otras medidas: mayores reducciones en los subsidios económicos (= aumento de tarifas); eliminación de exenciones impositivas; el aumento del IVA diferencial para determinados productos y el avance en el control de la evasión impositiva.

El documento señala que la evasión en el IVA llega al 33% -una de las más altas de la región- equivalente a 3,7% del PIB. Reducir en un tercio esta brecha en 5 años llevaría a que Argentina se ubique en niveles comparables con otros países de América Latina con el beneficio de un aumento de 1,2% del PBI en los ingresos.

El FMI critica el “abuso” en el sistema del Monotributo. Cerca de 3,5 millones de contribuyentes se encuentran bajo este sistema. Sostiene que el monotributo originalmente diseñado para incorporar a trabajadores informales al sistema impositivo a lo largo del tiempo incentivó a los contribuyentes a registrarse bajo este régimen simplificado creando inequidades.

El staff del Fondo insiste en una reforma impositiva global. Esta reforma sostiene debería (teóricamente) ser neutral en cuanto a la modificación de los ingresos compensando reducciones mediante la ampliación del impuesto a los ingresos personales (ganancias) -“actualmente solo un 10% de los salarios más altos lo pagan”, retirar exenciones al IVA y mayores impuestos al consumo.

Los funcionarios argentinos puntualizaron que medidas que requieran cambios tributarios son “irrealistas en el año electoral” dada la ausencia de apoyo en el Congreso. Obvio.

Sin embargo, hay que reconocer que algunas de estas observaciones pueden servir a un nuevo gobierno. La política fiscal es una herramienta poderosa, y, como toda herramienta, la clave es para qué se usa.

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