Esta app, diseñada en EE.UU., puede ser el método más alienante jamás concebido para aumentar la productividad. Hace que los controles de movimiento y de tiempos en los sistemas de Ford y de Taylor parezcan el juego de niños artistas. Pero no se puede decir que sea «inhumano»: se basa en características humanas.
Mantener la productividad y la concentración es un problema a la hora de trabajar con cualquier proyecto. Afecta a empleados en relación de dependencia y a freelancers por igual que tienen que esquivar distintos obstáculos para lograr un mayor rendimiento: desde la distracción de la tele, cuando se trabaja en el hogar, hasta el “corte de café” en el medio del horario de oficina. La solución no siempre es sencilla pero un informe científico parece haber dado en el clavo: la vieja frase de que “el ojo del amo engorda al ganado” tendría un grado de verdad.
Basado en disparadores conductuales (como por ejemplo el sentido de responsabilidad al estar trabajando bajo la observación de un tercero), una compañía lanzó recientemente una polémica aplicación de video: se llama Focus Mate y sirve para que los desconocidos te “espíen” mientras trabajas.
La idea de esta aplicación es la siguiente: luego de crear un usuario (es gratuito y se puede hacer desde el sitio de la aplicación), se accede a una “ruleta” de chats donde se genera una conexión con otro usuario. Finalmente, se procede a generar una sesión por video donde ambas partes se “vigilan” mutuamente para no perder el foco y mejorar la productividad. Así, según su creador Taylor Jacobson, ambas partes se ven incentivadas a trabajar debido al efecto de “presión de pares”. Para trabajar con esta web, sólo se necesita de una cámara, un micrófono y conexión a internet.
Cada sesión de la aplicación tiene una serie de pasos estructurados que hay que seguir: primero, hay que hacer una lista de cosas que pueden completar; de forma realista, en 50 minutos. Segundo, una vez que ya se está conectado con otro usuario, en no más de 60 segundos hay que explicarle en qué consistirá nuestra tarea y escuchar la suya. Tercero, el trabajo se realiza en silencio, sin ningún tipo de conversación casual o amigable. Por último, cuando termina el tiempo se chequea qué avanzo cada uno y se despiden.
La responsabilidad es impuesta por Focus Mate y sus miembros desde la misma comunidad. Si un usuario llega tarde o no se presenta, la web puede detectarlo y su puntaje de asistencia se reducirá, hasta el punto en que se “congele” su cuenta. Las malas conductas pueden reportarse y el sistema penaliza a los usuarios denunciados. No hay ninguna demarcación para el tipo de trabajo que puede realizarse en grupo.
El componente central de esta curiosa propuesta es experimentar lo que los psicólogos denominan “estado de flujo”: largos períodos de atención intensa. Varios autores y académicos notables han sugerido, entre ellos Cal Newport y Mihály Csikszentmihályi, que el estado de flujo es uno de productividad sin paralelo, debido a nuestra capacidad para generar trabajo creativo, original y sustantivo.
Focus Mate integra cinco disparadores de comportamiento para lograr un estado de flujo de trabajo: pre-compromiso, intenciones de implementación, presión social, responsabilidad y especificidad. Todos estadios que, dicen, están basados en conclusiones de estudios psicológicos.
“Debido a que el desarrollo humano ocurrió en las sociedades tribales, donde la supervivencia dependía de quienes los rodean, los humanos están programados para responder a los factores desencadenantes del comportamiento de formas que son casi imposibles de resistir. Estos desencadenantes funcionan al estimular la liberación de compuestos químicos en el cerebro”, afirman desde el sitio web, que hace referencia específica a la dopamina, la oxitocina, la endorfina y la serotonina.