La destrucción en cuotas de la planta de Agua Pesada, un patrimonio argentino

La PIAP (Planta Industria de Agua Pesada) está ubicada en Arroyito, a 55 kilómetros de la Ciudad de Neuquén. Es la más grande del mundo para la producción de agua pesada, un elemento indispensable para moderar y refrigerar el funcionamiento de los reactores nucleares. Tiene una capacidad de producción de 200 toneladas por año y elabora «agua pesada grado reactor» con el más alto nivel de pureza. Es una de las pocas proveedoras de agua pesada en el mercado internacional, y cuenta con la planta de mayor capacidad de producción en el mundo.

Sus accionistas son la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la provincia del Neuquén. Fue paralizada por un decreto de De la Rúa en septiembre del 2000, en el marco de la Crisis que comenzaba. Hasta agosto de 2004, cuando reanudó su actividad, el personal de la planta se había dedicado al mantenimiento.

Ahora recibieron esta nota:

COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL INTERNA 2019

Arroyito, 30 de abril de 2019
Comunicación No 13 – 19

Al personal PIAP
Se informa que los haberes correspondientes al mes de abril 2019 se abonarán de
la siguiente manera:

  • $ 10.000 el próximo viernes 3 de mayo.
  • El resto se cancelará en el transcurso de la semana próxima, tan pronto como
    ingresen los fondos necesarios.

Atentamente,

Ignacio Maffei
Responsable RR.II.

Así es, abril se paga en cuotas. Lo que sea para que la poca gente que queda en la planta se vaya de una vez, y ésta caiga en el abandono y el chatarreo. Pero hay quienes no se resignan. Reproducimos esta otra nota que la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de la Actividad Nuclear (APCNEAN) al gobernador de Neuquén envió al gobernador de Neuquén:

2 de Abril de 2019

Sr. Gobernador de la Provincia del Neuquén

D. Omar Gutiérrez

De nuestra mayor consideración:

Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. en representación de la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de la Actividad Nuclear (APCNEAN).

El tema que nos ocupa sin duda no es ajeno a su conocimiento y preocupación.

De un tiempo a esta parte, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), situada en Arroyito y propiedad de la provincia del Neuquén y de la CNEA, corre un grave riesgo de ser abandonada y sufrir un daño irreversible por falta de mantenimiento adecuado. Ni que hablar del sufrimiento humano que se le viene imponiendo a sus trabajadores y del estrago que representa destruir planteles altamente capacitados a lo largo de muchos años para operar y mantener la planta.

Esta planta es una de las más grandes del mundo y que produce agua pesada de óptima calidad que no solo es necesaria para el funcionamiento de nuestras tres centrales en operación sino para proveer este insumo para los reactores de investigación y producción de radioisótopos que nuestro país exporta.

Esta planta es una verdadera joya tecnológica que insumió una enorme inversión por parte de la sociedad argentina y cuya puesta en marcha fue uno de los hitos sobresalientes en la historia del desarrollo tecnológico de nuestro país.

Aún se lee en la página de la PIAP/ENSI:

La Empresa es –en la actualidad– una de las pocas proveedoras de agua pesada en el mercado internacional, y cuenta con la planta de mayor capacidad de producción en el mundo.”

La capacidad de producir agua pesada virgen con la calidad especificada y el cumplimiento de los programas de entrega a los clientes posibilitaron consolidar la imagen de ENSI en el mercado internacional, obteniendo el reconocimiento como «proveedor confiable» por parte de la firma AECL (Atomic Energy of Canada Limited) para los reactores de tecnología CANDU.”

La destrucción de la PIAP cerraría para siempre el camino, transitado exitosamente por nuestro país, de continuar con la línea tecnológica de reactores de potencia de agua pesada y uranio natural (en particular la línea CANDU), para lo cual dispone de toda la experiencia y la infraestructura material y humana necesarias después de décadas de gran inversión pública y privada. Esta destrucción arrastrará consigo una actividad industrial y productiva significativa asociada que tanto nos hace falta. De hecho ya lo está haciendo.

No dudamos en calificar la destrucción de la PIAP y sus consecuencias como una verdadera acción de lesa patria.

Además, existe en el mundo una significativa actividad presente y un futuro cierto en el campo de los reactores de agua pesada y uranio natural (representan el 11% de los reactores de potencia existentes). En particular la India tiene planes de expansión muy importantes de su flota de reactores de este tipo y además se está llevando adelante la extensión de vida de centrales existentes en varios países, tal como se ha hecho recientemente con nuestra central de Embalse, dándole 30 años adicionales de vida útil.

No creemos que se hayan hecho los esfuerzos suficientes por parte del gobierno nacional para poder acceder y abastecer este mercado internacional.

En virtud de todo lo expuesto le solicitamos, como ciudadanos argentinos y miembros responsables y concernidos de la comunidad nuclear en nuestro país, que haga todos los esfuerzos posibles para preservar para nuestra patria este capital humano y material tan valioso que representa la PIAP.

Es imprescindible que la PIAP sobreviva por lo menos durante este año para que un nuevo gobierno tenga la oportunidad de revertir esta decisión incomprensible e injustificable del presente gobierno.

No cejaremos en hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr esta supervivencia.

Nos ponemos a disposición del Sr. Gobernador y de sus funcionarios para ayudar de la manera que lo consideren más conveniente.

Lo saludamos con nuestra consideración más distinguida.

Dr. Andrés J. Kreiner en representación del Secretariado Nacional de APCNEAN