Más de 50.000 trabajadores formales que quedaron desocupados pidieron, y pasaron a cobrar, la prestación por desempleo en los últimos tres meses de 2018. Así, la cantidad de trabajadores formales despedidos sin causa que están cobrando el seguro por desempleo alcanzó el récord mensual de 118.268 personas, según los datos de la ANSeS a diciembre pasado, de la serie que arranca en enero de 2013.
También es récord el número de desocupados que están solicitando esa prestación. En noviembre se les otorgó a 17.953 trabajadores y en diciembre a 17.276, frente a 11.614 en noviembre de 2017 y 10.791 en diciembre de 2017. Esta mayor demanda de la prestación por desempleo está en línea con el aumento del desempleo que reportó el INDEC: se eleva a 1.750.000 el total de los desocupados urbanos.
El tiempo o plazo de cobro de este beneficio depende de la antigüedad que registre el trabajador en el último empleo. Y puede percibirlo entre 2 y 12 meses como máximo. Quien fue despedido con una antigüedad de entre 6 y 11 meses tiene derecho a cobrar 2 meses este beneficio. Con una antigüedad de entre un año y 23 meses, cobrará por 4 meses. El plazo se extiende a 8 meses si ese trabajador tuvo una antigüedad de entre 2 años y 35 meses y hasta 12 meses para los que tuvieron una antigüedad de 3 años o más.
El monto de la prestación por desempleo debería equivaler, según la ley, a la mitad de la mejor remuneración neta mensual, normal y habitual de los últimos 6 meses trabajados. Sin embargo, se ha fijado un techo tan bajo que en promedio, en diciembre, los 118.268 desocupados cobraron $ 3.845, un 12% del sueldo promedio de los activos. Eso pasa porque actualmente ese beneficio —que es transitorio encuentre o no el trabajador un nuevo empleo—desde marzo pasado tiene un tope de $ 4.428,77.
A partir de la cuota 5ª el monto a cobrar se reduce al 85% del valor vigente y a partir de la cuota 8ª al 70%. Si el trabajador tiene 45 o más años, automáticamente se extiende el seguro de desempleo por un período de 6 meses.
El aumento del número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo se nutre de la caída del empleo asalariado privado por falta de trabajo u otras causas ajenas al trabajador.
Se estima que el número de trabajadores que van a solicitar este beneficio debería aumentar más. Es que el Ministerio de Producción y Trabajo informó que, a febrero pasado, se perdieron 31.800 empleos y en un año hubo una disminución de 159.400 asalariados privados ocupados. Las mayores caídas de empleo afectaron a la industria manufacturera (-69.500), comercio (-44.300), transporte y comunicaciones (-19.600) y construcción (-11.500).
El desempleo, entonces, está causando más pérdidas de horas de trabajo que todos los paros y los piquetes juntos.