El hidrógeno está asociado en el imaginario popular como el combustible del futuro. A modo de validación, Japón ya anticipó que para los Juegos Olímpicos que el año próximo tendrán lugar en Tokio todo el transporte de atletas y visitantes será con autos y buses a hidrógeno, al igual que el abastecimiento de energía, agua y calor para la villa olímpica.
Pero la mayoría de los argentinos se asombraría al saber que en un páramo semidesértico de la Patagonia, en las afueras de Comodoro Rivadavia (Chubut), funciona desde hace más de 10 años una planta de producción de hidrógeno limpio que se encuentra entre las más avanzadas en su tipo a nivel mundial.
Y sin embargo, para sorpresa de casi todos, es así. En ese territorio eminentemente hidrocaburífero –allí se descubrió el petróleo en 1907–, la empresa Hychico, subsidiaria de un grupo local con activos energéticos en la región, posee una planta de producción industrial de hidrógeno a partir de energías renovables. Es lo que se conoce en la jerga como hidrógeno limpio, a diferencia del producido en las refinerías de derivados del petróleo.
Hychico comenzó a explorar en el 2000 la posibilidad de producir hidrógeno como vector energético, para almacenar y transportar energía, a partir de la experiencia que se venía desarrollando en Europa y tomando como base el potencial de generación renovable existente en la Argentina. Con apenas un 11% de la superficie de Santa Cruz y Chubut –explica uno de los ejecutivos que está a cargo del proyecto– se podrían instalar parques eólicos por unos 540.000 MW; el equivalente a toda la potencia eólica construida en el mundo a fines de 2017.
El objetivo de Hychico es la exportación en el largo plazo y apuesta a estar en condiciones de afrontar la demanda creciente que surja a medida que crezca el parque de autos eléctricos en los países desarrollados. Países nórdicos como Noruega ya anunciaron que dentro de 10 años dejarán de utilizar vehículos particulares a combustión fósil.
El hidrógeno limpio juega un papel central en esa ecuación. Por su capacidad para almacenar energía muy superior al que ofrecen las baterías de litio utilizadas por los autos eléctricos–, la mayoría de los especialistas coincide en que el mercado de hidrógeno limpio crecerá a buen ritmo hacia 2030.
«El hidrógeno limpio competirá a futuro en el mercado automotor con las naftas, que hoy tienen un precio que oscila entre los u$s 30 y los u$s 40 por millón de BTU. El hidrógeno hoy es más caro pero, a medida que se avance con la tecnología y se bajen los costos, será más competitivo», afirman desde la empresa. «Pero si queremos estar en condiciones de pelear por los mercados de exportación de Japón y los países nórdicos en 2030, tenemos que empezar a dar pasos concretos a partir de ahora con desiciones a largo plazo».
Hychico nació en 2006 para generar energía eléctrica a partir de fuentes renovables y producir hidrógeno y oxígeno. El primer paso fue montar el Parque Eólico Diadema de 6,3 MW de potencia, y luego se avanzó con la planta de producción de hidrógeno, que cuenta con dos electrolizadores con una capacidad total de 120 Nm /h de hidrógeno y 60 Nm /h de oxígeno. La planta se inauguró en diciembre de 2008 y está ubicada aproximadamente a 20 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Para poner en blanco sobre negro lasituación: hoy sólo Alemania posee una planta de hidrógeno limpio en operación más grande que la de Hychico en Chubut.
Japón, los países de Europa, Corea, China y EE.UU. estiman que para 2030 van a tener 2,7 millones de autos particulares eléctricos a hidrógeno.
En Hychico están convencidos de que Argentina puede ser competitiva en la producción de hidrógeno, y para tratar de demostrarlo la empresa está por realizar un trabajo con un gobierno europeo para precisar cuál sería el costo de provisión de hidrógeno limpio. Ese análisis, que incluirá también los costos logísticos y de transporte para llegar a los mercados de consumo, permitiría precisar si efectivamente se puede ser competitivo.