La Convención Nacional del radicalismo aprobó hoy por amplia mayoría el documento acordado entre los principales sectores internos, que ratifica la pertenencia de la UCR a Cambiemos -con el PRO y la Coalición Cívica- y dispone la constitución de una comisión de Acción Política, que tendrá un amplio poder de negociación con los socios partidarios. Es decir, con Mauricio Macri y su jefe de gabinete Marcos Peña.
Hasta donde pudimos apreciar, en los discursos de los participantes, incluido el del presidente de su Comité Nacional, Alfredo Cornejo, se expresó fastidio con el «ninguneo» que los radicales sienten que son víctimas en el actual gobierno, pesimismo frente a los resultados electorales de lo que ven como desaciertos en la política económica, pero también resignación: no hay en el panorama inmediato una opción política que le ofrezca mejores perspectivas al tradicional partido.
La opción por Roberto Lavagna -que nunca atrajo a más de una minoría de los dirigentes del radicalismo- hoy se ha devaluado con las idas y vueltas del economista en Alternativa Federal.