La inflación interanual va a batir un nuevo récord en mayo: cerrará en torno al 57% y podría alcanzar incluso el 58%. Será el nivel más alto desde la salida de la híper en 1991.
Con el mes casi cerrado, las mediciones de los privados vienen mostrando que no hubo una desaceleración significativa respecto al 3,4% de abril y que volvieron a pesar con fuerza las subas de precios regulados. Ayer, el Boletín Oficial publicó los nuevos aumentos de las prepagas, que acumularán un incremento de hasta 18,5%.
Las consultoras difieren en las canastas de productos que han elegido, pero el resultado es similar. LCG espera que los aumentos de mayo, de la mano de los regulados, sean de 3,6%. Para Eco Go cerrará en torno a 3%. Focus Market la calculó entre 2,8% y 3%. El economista Hernán Hirsch en 3,3%. El CESO publicó su Índice de Precios del Supermercado (IPS), que mostró una suba de 2,96% en mayo. Y prevé que, por las subas de precios regulados, el número total del mes podría trepar incluso hasta el 4%.
En todos los casos (excepto en el piso de 2,8% de Focus Market) la interanual treparía al menos hasta el 57%. En abril fue de 55,8%. El número es especialmente relevante porque es el que utilizan los analistas para deflactar otras variables, como la de la recaudación tributaria, que viene mostrando caídas reales constantes. Así obliga a nuevos recortes del gasto público en la búsqueda de acercarse a la meta de déficit «primario» 0%.
Mayo fue un mes sobrecargado de subas en precios regulados. Fueron los servicios los que más presionaron sobre los precios, mientras que los bienes estuvieron más moderados, gracias a una nueva breve tranquilidad cambiaria desde que el BCRA anunció el permiso del FMI para intervenir.
Los servicios públicos fueron los que más presionaron sobre la dinámica de precios. Y las subas en los regulados sumarán a la presión inflacionaria de los próximos meses. Las empresas cargaban hasta abril con una brecha de 16,8% entre lo que aumentaron sus costos, aproximadamente la inflación mayorista, y lo que lograron remarcar los precios, es decir el Índice de Precios al Consumidor.
Además del traslado a bienes de servicios durante mayo, junio arrancará con nuevas subas en las naftas. El Gobierno postergó la aplicación del impuesto a los combustibles líquidos hasta julio pero aun así en las planillas de las consultoras aparece computado un incremento de 2%, que es lo que remarcarán las petroleras para intentar recuperar parcialmente la rentabilidad perdida por devaluación y la suba del crudo.
Además de la brecha de 16,8% de inflación reprimida entre precios mayoristas y minoristas, de la nueva suba de regulados y de lo que suman las naftas, las empresas tienen otra presión nueva sobre sus costos, con su respectivo impacto posterior en precios. Tal como destacó la UIA esta semana, la Tasa de Estadística, el impuesto a las importaciones que sufrió una nueva alza, obligará a remarcaciones extra.
La estanflación -inflación con estancamiento- es un fenómeno que preocupó en los países con economías desarrolladas (aunque los índices eran mucho menores que los nuestros) en la década del ´70 del siglo pasado, y condujo al paulatino desmantelamiento de los Estados de Bienestar europeos.
La Argentina ha pasado también por etapas de estanflación. Pero la gestión actual de la economía ha conseguido algo menos frecuente: que la inflación se mantenga alta con recesión y desempleo.