A pesar de la crisis –en 9 meses del año pasado perdió más de $ 6.200 millones– o, quizá, a consecuencia de ella, el grupo Arcor de la familia Pagani busca nuevos rubros para generar ingresos y desde fines de 2018 trabaja en un proyecto piloto con panificados congelados y así aprovechar la red de 160 distribuidores que tiene en todo el país.
La iniciativa, que ya tiene presencia nacional, implica la venta de medialunas de manteca, de grasa, criollitos, ventanitas de membrillo y de crema pastelera a granel –en bultos de 100 unidades– y sin marca. Sus clientes serán kioscos, estaciones de servicio, escuelas y hoteles, entre otros.
«Siempre estamos en la búsqueda de nuevos segmentos en los que podemos desarrollarnos y generar valor. Y para desarrollar la categoría y acompañar el lanzamiento del producto, entregamos 2000 hornos en todo el país», explicó Tomás Mac Gillivray, gerente de Congelados del grupo, cuyo core es la división de Helados creada en 2005, pero en contraestación comenzaron a idear esta nueva categoría.
La empresa no dio detalles si en sus planes está, en un futuro, llegar al consumidor final en un mercado donde ya están otros grandes jugadores como Fargo o Molinos Cañuelas, que además de la división Congelados que le vende a cadenas de supermercados, estaciones de servicio y restaurantes de comida rápida, entre otros,ofrece Punto Caliente, un servicio por el cual ellos te diseñan el lay-out del sector panadería y proveen el equipamiento específico para los productos en comodato.