La Casa Blanca reveló ayer la propuesta económica en la que ha estado trabajando el presidente de Estados Unidos para allanar el camino hacia un proceso de paz en Medio Oriente. La primera fase del llamado Acuerdo del Siglo y que será el tema central del Foro Económico de Manama, que se celebrará mañana y pasado en Bahrein, tendrá como objetivo recaudar 50.000 millones de dólares para el desarrollo de la región.
Según el documento «Paz para la Prosperidad» que fue publicado en la web del gobierno estadounidense, la inversión se realizará en un período de 10 años. “Es el esfuerzo internacional más ambicioso y amplio para el pueblo palestino hasta la fecha”, dice el texto oficial. De ese dinero, más de la mitad, 27.813 millones de dólares estarán dedicados al desarrollo de Gaza y Cisjordania, 9.167 son para Egipto, 7.365 a Jordania y 6.325 al Líbano.
El plan económico incluye la puesta en marcha de 179 proyectos empresariales destinados a la mejora de infraestructuras, instalaciones médicas y el desarrollo del turismo. De ellos, 147 se llevarán a cabo en Gaza y Cisjordania, 15 en Jordania, 12 en Egipto y cinco en el Líbano. Entre las prioridades, figuran renovar la red eléctrica de suministro a Gaza y desarrollar zonas industriales fronterizas con Egipto para fomentar el comercio.
Estabilidad económica en aras de conseguir la paz. Una fórmula que sigue sin convencer a la Autoridad Nacional Palestina, que no estará presente en la cita del golfo Pérsico. “Mientras no haya un acuerdo político, no negociaremos ningún acuerdo económico”, ha sentenciado desde Ramala el presidente palestino, Mahmud Abbas, durante una reunión del Comité Central del partido Fatah. El rais también le auguró una corta vida al Acuerdo del Siglo, que en su opinión nunca llegará a ver la luz. “No se aprobará porque supone el final de la causa de la palestina”.
Desde Fatah, se hizo un llamamiento “a toda la nación árabe” a salir a las calles y protestar contra la reunión de Manama para denunciar “el terrorismo sionista y norteamericano” que “pretende enterrar las aspiraciones políticas palestinas con el dinero árabe” de los que califican como “traidores”.
Se espera que Egipto y Jordania envíen delegaciones de perfil bajo al Foro Económico de Manama el próximo martes. Pero muy pocos apuestan porque esa reunión de trabajo pueda llegar a buen puerto. Israel también estará presente pero, hasta la fecha, lo único que ha trascendido es que lo hará a través de una delegación de empresarios. Algunas fuentes aseguran que en Manama habrá empresarios palestinos en el exilio, opositores al presidente Abbas, y cercanos al polémico político palestino Mohamed Dahlan.
Un encuentro descafeinado —en el marco de lo que para los palestinos es “la gran bofetada del siglo”— que ha cosechado numerosas críticas que han forzado al asesor de la Casa Blanca y yerno del presidente de EE UU, Jared Kushner, a explicar por qué la cita no tiene el nivel de una conferencia. “Queremos retroalimentarnos y con suerte finalizarlo [el foro] de forma que podamos coordinar los grandes esfuerzos de ayuda e inversión que realmente nos conduzcan a ese resultado”, ha dicho este sábado Kushner en declaraciones a Reuters.
Por su parte, el embajador de EE UU en Israel, David Friedman, ha asegurado que en el clima actual, Estados Unidos no apoyaría la independencia política de los palestinos. “Lo último que necesita la región, ya sea Israel, Jordania o Egipto, es un estado palestino fallido entre Israel y el río Jordán. Esa es una amenaza existencial para el Estado de Israel y una amenaza existencial para Jordania. Vemos lo que está pasando en Gaza”, ha declarado Friedman a la cadena Al Jazeera.