El gobierno argentino acaba de realizar una nueva gestión ante David Lipton, el flamante director interino del FMI: se busca «fortalecer la posición en el mercado de futuros de dólar».
La solicitud fue realizada por el equipo de Sandleris esta semana, decisión de la que también participaron el secretario de Finanzas Santiago Bausili y el ministro Dujovne. En síntesis, significa que el Banco Central quiere que el FMI le autorice mayor capacidad para intervenir en el mercado de futuros. Es decir, vender ahora dólares para entregar más adelante con un precio ya determinado. Además de las subastas diarias por 60 millones de dólares.
La idea es tener una herramienta más potente para desviar la fuerte demanda que, calculan, podría producirse por efecto de la proximidad de las elecciones y una eventual merma estacional de la liquidación del agro.
El acuerdo stand-by vigente permite al Banco Central tener una posición vendida de dólares futuro de u$s 1.600 millones en julio y de u$s 1.300 millones en agosto. Incluso permitiría u$s 1.000 millones en septiembre, según un cable de la agencia Bloomberg que advierte de este tema.
Sin embargo, fuentes del mercado afirman que el BCRA tendría, al menos, el doble de posición vendida para el mes de julio. Por esa razón las gestiones realizadas ante Lipton tienen, a priori, una alta probabilidad de ser autorizadas, ya que buscan convalidar retroactivamente esa administración y despejar el escenario para los próximos meses.
En rigor, la idea es que la venta de futuros permiten al BCRA contener la presión sobre el tipo de cambio, en momentos donde la cotización se mantiene en las zona de los $ 43. El pasado viernes el dólar quebró una racha de seis jornadas consecutivas en caída para rebotar 21 centavos y cerrar en $43,10. Tras ese rally de bajas hasta el repunte, el peso recuperó 1,4% de su valor frente a la moneda estadounidense marcando valores mínimos en 10 semanas. Falta un mes para las PASO.
El «dólar futuro» es un seguro de cambio para quienes están haciendo fuertes ganancias con depósitos en pesos a alto interés. Así se les garantiza que podrán convertirlos en dólares, sin riesgo de devaluación.