En Argentina, la participación de la energía eólica en la demanda es del 3,1%

El despegue de las energías renovables en la Argentina se puede describir con algunas cifras: 206 son los proyectos adjudicados desde 2016; 6130,9 son los MW que generarán esos emprendimientos; 4,7 millones serán los hogares abastecidos; 7237 son los millones de dólares que llegaron como inversión al sector, y 9200 son los puestos de trabajo relacionados con la actividad. En los últimos tres años el país se posicionó como uno de los diez destinos más atractivos para invertir en la «ola verde».

A esta altura de 2019, la participación de las energías renovables en la provisión de la demanda de electricidad nacional llega a 4,8% y, si bien el avance de ese índice se aceleró en los últimos tiempos, aún se está lejos del 12% de participación que la ley 27.191 fijó como meta a cumplir al último día de 2019. En la Subsecretario de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación se estima que para entonces se llegará a 8%.

La legislación estableció también el objetivo de 20% para 2025. Y pese a la distancia del dato actual con ese objetivo, se considera que hubo en los últimos años un gran salto: basta observar que entre 2002 y 2012 el porcentaje se había mantenido estancado en apenas 0,5% de la demanda eléctrica.

En la Subsecretaría se sostiene que la decisión que el tema sea política de Estado llevó a elaborar «un marco regulatorio sólido, respaldado por un sistema innovador e inédito de garantías que probó otorgar certidumbre y previsibilidad, algo indispensable para desarrollar sectores de alta intensidad de capital y largos períodos de repago».

Es importante tener en cuenta que, a pesar de todo este despliegue, hasta ahora la participación de estas energías en la provisión de la demanda eléctrica nacional ha llegado sólo al 4,8%, y es posible que alcance en el futuro cercano al 8%. La participación de cada tipo de energía en ese porcentaje es el siguiente: eólica 3,1%, hidráulica 1%, fotovoltaica 0,4% y bioenergía 0,3%, también según datos de la Subsecretaría de Energías Renovables. Todavía falta un largo camino a recorrer.

Juan Bosch, especialista en energías renovables y presidente de Saesa, empresa que comercializa gas y energía, confirma que se progresó mucho en los últimos años. «Es una buena época para hacer un balance de lo que se propuso a comienzos de 2016. Se arrancó desde muy abajo, con 180 MW instalados, mientras que Uruguay tenía 1000 y Brasil, 7000, pero hoy estamos mucho mejor».

¿Qué es ese «estar mucho mejor»? En concreto, hay 43 proyectos que ya están habilitados comercialmente (es decir, que están funcionando), que generan 1221 MW de potencia en 12 provincias argentinas y proveen de energía eléctrica a 900.000 hogares. Eso es parte de los 141 proyectos que hay en desarrollo: los 98 restantes, que agregarán 3567 MW, están en construcción (70 empezarán a funcionar antes de fin de año).

Según indican en la Subsecretaría de Energías Renovables, desde 2016 se adjudicaron 206 proyectos que, cuando estén todos en funcionamiento, generarán 6137 MW. Se trata de 64 proyectos eólicos por 3788,2 MW; 69 solares por 2029,9 MW; 59 proyectos de bioenergías (biomasa, biogás y biogás de relleno sanitario) por 280,7 MW, y 14 de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos por 32,1 MW.

Daniel Montamat, exsecretario de Energía, opina que 2019 será recordado como el año que marcará un quiebre con respecto a años anteriores. «Digo esto porque este año ingresan al sistema la mayoría de los proyectos del plan RenovAr 1.0 y RenovAr 1.5», argumenta el actual director del estudio Montamat & Asociados, en referencia a los programas por los cuales el Gobierno licita y adjudica obras para el abastecimiento de electricidad proveniente de fuentes renovables.

En lo que va de 2019 la participación de estas energías en la provisión de la demanda eléctrica nacional creció hasta llegar a 4,8% y es posible que se alcance el 8%. La participación de cada tipo de energía en ese porcentaje es el siguiente: eólica 3,1%, hidráulica 1%, fotovoltaica 0,4% y bioenergía 0,3%, según datos de la Subsecretaría de Energías Renovables.

Un pantallazo sobre la realidad «verde» de algunos países muestra que la Argentina sigue retrasada, pero, de cumplir su meta para 2025, se pondrá a tono: Chile tiene 18% de su matriz energética cubierta con renovables; China, 26%; Estados Unidos, 18%; Australia, 72%; Bélgica, 18, y Noruega, 99%.

Para llegar a la meta del 20% en 2025, harán falta por lo menos dos licitaciones más del plan RenovAr en los próximos tres años, pero antes, según apunta Montamat, se necesitaría ampliar la red de transporte, tanto en 500 kV como en 132 kV para aumentar la cantidad de nodos con capacidad disponible y favorecer la inserción de las renovables en el sistema.

El gobierno actual decidió subsidiar las instalaciones de energía eólica, en especial a partir de los planes RenovAR, y las declaraciones de sus funcionarios refirman el compromiso. Pero resulta necesario tener en cuenta dos aspectos fundamentales para evaluar los resultados y los costos: la capacidad instalada no es lo mismo que la energía eléctrica que se aporta a la red. La energía eólica, como la mayoría de las «renovables», no garantiza una provisión continua. A pesar que estos planes han otorgado a los beneficiarios las mejores zonas para el uso de los vientos -en particular, las llanuras patagónicas- no son regulares. La atmósfera no toma en cuenta las necesidades de los hogares ni de la industria: estas fuentes necesariamente deben ser complementadas con centrales térmicas, hidroeléctricas o nucleares.

El otro aspecto es uno que se ha señalado con insistencia en AgendAR: con mínimas excepciones, el único insumo argentino a esta industria es … el viento. Salvo algunas góndolas que se fabrican acá, casi todo el equipamiento, toda la tecnología es importada.

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