Hace dos años y tres meses, la quita del arancel del 35 % a la importación de notebooks y tablets, posibilitó que ingresaran al mercado local una variedad de modelos. Hasta ese momento, casi la totalidad de lo que se vendía era fabricado -en realidad, ensamblado- en el país. Ese cambio en la regulación, según la promesa del gobierno, provocaría una baja de los precios, cosa que efectivamente ocurrió en los primeros meses. Pero la corrida cambiaria del año pasado, y el hecho de tener los valores de referencia en dólares (por la importación), hizo que la tendencia se revirtiera.
Lejos de calmarse, Argentina siguió al tope en los rankings de precios, incluso en dólares: un estudio de la consultora Linio de fines de junio determinó que Argentina es el segundo país más caro de la región para comprar notebooks (el primer lugar lo ocupa Perú). Para los resultados se calculó el precio promedio de cada artículo por país para su comparación internacional. Y se examinaron los montos de cada uno de los productos en por lo menos tres tiendas en línea. Se contabilizaron incluso los impuestos y otros costos asociados de compra.
El promedio en dólares de una notebook en Argentina es de 886, mientras que en Chile es 882, 682 en Colombia, 779 en México y 1151 en Perú.
Lo mismos datos de Linio, que compara online, se verificaron en la consultora GFK que releva los valores en tiendas físicas, no solo en la Argentina; a pedido de La Nación, comparó los costos locales con otros en la región (Brasil, Chile, Colombia y Perú): allí, el resultado en principio parecía ser inverso; es decir, en el promedio total de todos los modelos que se venden en el país, Argentina era más barata. De hecho, son los números que maneja el gobierno. Pero en la comparación real, teniendo solo en cuenta los modelos que más se venden, en casi todos los casos Argentina es más cara que el resto; para ello se evaluó igual procesador, disco rígido y RAM. En algunos casos, puede haber una diferencia del 45% por encima del valor con un modelo en Colombia o del 38% con Chile. Con Brasil, las diferencias son más ajustadas.
Por qué Argentina está «más cara»
Los electrodomésticos en general fueron muy golpeados en el último año. En mayo, las ventas cayeron un 33,2% interanual, según GFK. Y, más allá del precio, las computadoras no estuvieron exentas de la caída del consumo: la comercialización de notebooks, PC de escritorio y tablets se redujo un 41%, en mayo de este año respecto hace 12 meses.
Pero en cuanto al precio: el impacto en pesos tiene lógica al evaluar la suba del tipo de cambio. Pero, ¿por qué aún el país sigue caro en dólares? Uno de los que se adaptaron al nuevo modelo de importación, señala que no solo hay que tener en cuenta la baja de aranceles. «Eso no resuelve el asunto», explica. «Es cierto que eso influye en el costo de importar, pero los costos comerciales están peor que antes, con bajo volumen de venta, estructuras comerciales muy grandes, y una carga de impuestos sobre la venta enorme».
«El tipo de cambio en el país siempre se transforma en dólar futuro. La gente se tiene que asegurar por las deudas que tiene que pagar al exterior. Y hay estructuras comerciales y financieras pesadas para llevar a cabo el precio. La carga impositiva fue aumentando. Hoy todos los municipios te piden tasas. En una venta al público, hay que tener en cuenta ingresos brutos, el impuesto al cheque, la carga de la tarjetas, el costo de logística y envío. Es por eso que las estructuras comerciales necesitan un amplio margen para poder soportar todos los impuestos. Es por eso que a pesar de estar con aranceles bajos, luego se dispara el precio».
Otra fuente de la industria coincide con ese planteo: «el precio alto tiene que ver con la combinación de tasas y el sobrestock, o la inmovilización del capital. Y muchas veces hay que cubrirse de los costos de financiamiento», señala. «En algún momento del año pasado, apenas empezó la corrida, hacíamos bromas internas que los chilenos ahora venían a comprar acá las computadoras, pero eso ya cambió nuevamente hasta que se ajustaron los precios», señala. A la vez explica: «Argentina todavía está tratando de encontrar su dinámica de mercado. Hay muchos elementos que conspiran contra el precio. No es inmediato, pero una baja de las tasas, podría ayudar a bajar los precios».
El caso de las notebooks, entonces, echa luz sobre los problemas de la inflación y la competitividad de la industria argentina.