(A la luz de los resultados de las elecciones de ayer, lo que describimos en esta crónica del movimiento de los mercados el viernes resulta irónico. Pero… como advertíamos al final, hay que tener presente que cuando alguien compra un valor porque piensa que va a subir, hay otro que lo está vendiendo porque piensa lo contrario. La última palabra será dicha en unas horas…)
El viernes 9, la última jornada antes de las PASO, mostró que las elecciones primarias en la Argentina también son seguidas con atención en Wall Street. Más allá del mercado accionario local, pequeño aún para la región, vale la pena observar el desempeño en ese día de las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York: el ADR del Banco Macro se disparó 10,85%, el de Loma Negra 10,8%, y el del Grupo Financiero Galicia lo hizo en 9,2%, entre otros.
El alza respondió a elementos meramente locales, ya que los mercados externos cerraron con bajas. Lo confirma el hecho que el riesgo país argentino, medido por el J.P.Morgan, cayó un 2,6% a 872 unidades, lo que se reflejó en una importante mejora de los bonos soberanos (también registraron un alto volumen operado).
La suba estaría explicada por encuestas que trascendieron y que muestran una reducción en la diferencia que separa a la fórmula Fernández-Fernández de Macri-Pichetto. Esta versión fue recibida con entusiasmo por los funcionarios del gobierno de Macri.
Sin vocación de aguafiestas, en AgendAR debemos recordar el hecho obvio que en los mercados bursátiles, cuando alguien compra cualquier valor, en la expectativa de beneficiarse con un aumento del precio, algún otro lo vende, que está esperando una baja. El lunes sabremos quiénes tenían razón, pues las expectativas son siempre a corto plazo. Para saber qué pasará en definitiva con los valores de las empresas argentinas… habrá que esperar bastante más.
De todos modos, para cubrirse, el BCRA convalidó una nueva suba de la tasa de Leliq, que ascendió a 63,706% ¿Alcanzará?