Un médico argentino fue elegido por sus pares de los cinco continentes referente mundial de la nefrología pediátrica. A mediados de octubre próximo, Ramón Exeni recibirá formalmente en Venecia, Italia, el diploma de la Asociación Internacional de Nefrología Pediátrica (IPNA, por su sigla en inglés).
«Fue una emoción enorme cuando me lo comunicaron», dijo Exeni. Entre los mensajes que recibió hay una nota de la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación «en su condición de fundador de la nefrología pediátrica en el país».
En 2014, había sido distinguido como la figura más importante de la especialidad en la región que otorga la Asociación Latinoamericana de Nefrología Pediátrica. Ahora, la distinción Lifetime Achievement Award de la IPNA, que es internacional.
Este médico argentino atiende a diario decenas de consultas de colegas de centros públicos y privados del país que reciben bebés, chicos o adolescentes con signos o urgencias que podrían tratarse de una enfermedad transmitida por alimentos llamada síndrome urémico hemolítico (SUH). Ésta es la forma más grave de la infección causada por una cepa particular de la bacteria intestinal Escherichia coli: la que produce una toxina llamada Shiga.
El año pasado, Exeni cumplió 55 años de trabajo en el hospital, donde creó un servicio modelo de nefrología pediátrica. En el mismo hospital, también funciona lo que él define como el primer laboratorio de detección precoz del SUH en el sistema público de salud de la Argentina. Fue un proyecto que presentó con Marina Palermo, investigadora del Conicet en la Academia Nacional de Medicina, para concursar por un subsidio para la investigación de $2 millones que otorga la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Con la reciente incorporación de la citometría de flujo, una técnica de estudio celular de muestras, ese centro de detección temprana y rápida pueden ofrecerles también la prueba a hospitales cercanos de la provincia de Buenos Aires. Luego, las muestras se envían al laboratorio de referencia de la Administración de Laboratorios e Institutos Dr. Carlos Malbrán para estudios más precisos. «Es lo básico para tener un diagnóstico precoz del SUH. Recibimos la muestra y en 24 horas se informan los resultados, que incluyen la detección de la bacteria y la tipificación de la cepa», dijo Exeni.
Contribuciones
Las investigaciones que también llevan adelante en ese espacio dentro del laboratorio central del hospital y donde Gabriela Fiorentino, licenciada en genética de la Universidad de Morón, está a cargo de las pruebas, ya tuvieron un resultado importante. «En seis meses -destacó-, detectamos una alta incidencia de portadores de la bacteria en los familiares que conviven con los chicos con SUH. Esto aumenta el riesgo de transmisión intrafamiliar».
Exeni nació en La Quiaca, estudió medicina en la UBA, se formó en Estados Unidos y Canadá, y enseñó en Cuba la técnica del trasplante renal en chicos.