Cuando la noticia sobre el tema que tiene más espacio en los medios es que el presidente Macri no asistirá este lunes 2 de septiembre a la celebración por el Día de la Industria, que tendrá lugar en la sede de la UIA, en AgendAR decidimos escuchar a las pymes industriales. Conversamos con el contador Guillermo Siro, presidente de CEPBA, Confederación Económica de la provincia de Buenos Aires, que ha estado llevando adelante una intensa campaña de concientización.
Hoy tenemos un tema inevitable. El gobierno ha lanzado un control de capitales ¿Qué opinan las pymes industriales sobre el tema?
Yo creo que lo inevitable eran estas medidas. La situación financiera de nuestro país, la escasez de dólares para cumplir con los vencimientos de deuda, obligaron al gobierno a tomarlas. Pero no son una política industrial. Son un recurso de coyuntura.
¿Pero no favorecen a nuestra industria, al limitar -se supone- la competencia de productos importados más baratos?
Nosotros en CEPBA, en la CGERA, hemos planteado la defensa de la producción nacional. Como todas las entidades representativas de la industria, las grandes y las pequeñas. Pero no hay que engañarse: la industria argentina necesita una transformación profunda. Y en primerísimo término, que dejen de aplastarla con intereses usurarios. Necesitamos acceso a financiamiento a tasas razonables, porque las empresas hoy están siendo arrastradas a la quiebra.
La otra necesidad imperiosa, ya, es recuperar el poder adquisitivo de la población. No hay mercado interno si la gente no puede comprar. En la provincia de Buenos Aires, cada día cierran cuatro pymes, en promedio. Y eso se repite en todo el país. En la ciudad con el más alto ingreso por cápita, la Capital Federal, uno puede ver en todas las avenidas locales cerrados.
Dijiste recién «la industria argentina necesita una transformación profunda» ¿Qué significa eso?
La industria argentina necesita exportar. Abastecer el mercado interno, sí; esa es la base de la industria en todo el mundo. Pero también debe encarar producir para el mercado internacional.
Nuestro país no tiene salida si se conforma con exportar solamente productos primarios, «commodities» sin valor agregado. Atención: esto no es resucitar una vieja e inútil antinomia: industria vs campo. Todo lo contrario: hay que industrializar la ruralidad. En la provincia de Buenos Aires tenemos algunos ejemplos exitosos de esto. Hay que extenderlos a todo el país, a las economías regionales.
Alguien dijo «Todo el arte está en la ejecución» ¿Como se consigue lo que estás planteando?
En primer término, con la formación profesional. La formación del empresario y del trabajador. En CEPBA tenemos mucha experiencia en el dictado de cursos, y hemos comprobado la verdad de una antigua afirmación: los argentinos, y las argentinas, somos despiertos y con gran capacidad de aprender cosas nuevas.
Y las empresas industriales argentinas -especialmente las pymes, pero no sólo ellas- deben aprender a integrarse en el mundo de las cadenas de valor. Ahí está la parte más importante de la industria en el mundo, y la más dinámica. No es algo ajeno a la experiencia argentina: en la industria automotriz se ha avanzado bastante en esa dirección. Es necesario hacerlo posible y alentarlo para las pymes.
Hasta aquí, hablaste de lo que se puede hacer con y por las pymes ¿Que podrán hacer las pymes por la Argentina?
Nosotros somos los que damos empleo. Hoy, a pesar de todo, las pymes son, en conjunto, los más grandes empleadores en nuestro país, por lejos. Pero no debemos conformarnos con eso. El justificativo social de la industria es crear empleo de calidad. El trabajo productivo es la dignidad del individuo y la salud de la sociedad.