Se calcula que las toneladas de soja en poder de los productores, guardadas en sus campos en silobolsas, equivalen, aproximadamente, a unos 8 a 9 mil millones de dólares. Es irónico, pero esas divisas, que le vendrían muy bien a la gestión de Mauricio Macri, no están siendo liquidadas. Pero si se confirma el triunfo de Alberto Fernández el 27 de octubre, comenzarán las ventas en masa. Explicamos:
Los dueños de esos granos no tienen obligación de venderlos. No les corren los nuevos plazos para liquidación de divisas, que desde la semana pasada se fijaron en 5 días hábiles después del cobro, de acuerdo con las nuevas reglas del Banco Central. Porque esos plazos son para los exportadores. El productor vende la soja cuando lo considera oportuno.
Entonces, el gobierno se pregunta qué harán los sojeros con su soja. Cómo se desarrolle lo que resta del año, en términos económicos y financieros, dependerá, en buena medida de una decisión simple: si los sojeros venden o no sus granos.
El periodista de Clarín, Gustavo Bazzan, bien informado sobre economía, cree que los productores parecen decididos a sentarse sobre la soja. O al menos no modificar el ritmo de liquidación de los últimos años. Se dice que el producto entiende más de soja que de finanzas, y por ende prefiere ahorrar en lo que conoce.
Pero eso no es lo que dice Jorge Scoppa, el presidente de la Federación de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), que agrupa a los contratistas de siembra y cosecha. Son unas 11.000 empresas en todo país, unas 4000 en Facma. Los contratistas recolectan más del 75% de la cosecha. Y Scoppa es terminante «Si llega a ganar Alberto Fernández no va a quedar soja en los campos. El temor es que le pongan más retenciones».
En un reportaje que le hace Fernando Bertello, de La Nación, Scoppa prevé una venta importante para escapar de más retenciones por si Fernández las incrementa en caso de ganar. Entre soja sin vender y entregada pero sin precio los productores tienen en sus manos casi 30 millones de toneladas por 8500/9000 millones de dólares. Los productores se fueron desprendiendo de maíz y trigo y se quedaron con soja.
Hay un retraso de 5 a 7 millones de toneladas en la comercialización respecto de lo histórico, según una reciente proyección de Juan Manuel Garzón, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea. Por lo general suelen pasar de un año a otro entre 5 y 10 millones de toneladas, pero «si llega a ganar Alberto Fernández se va a vender en el ínterin».
Hay otros problemas. «En los últimos años se tomó la mayoría (de créditos) en dólares», sigue advirtiendo Scoppa. Ya el año pasado los contratistas habían enfrentado un doble golpe cuando primero la sequía impactó sobre su trabajo y después con la devaluación de abril de 2018. «Muchos dicen que Macri le dio todo al campo, pero solo bajó las retenciones. En el último año no hubo crédito», afirmó el dirigente de la entidad.
Por otra parte, con la campaña de siembra de maíz en marcha, los contratistas están atentos a la evolución del abastecimiento de gasoil. Según Scoppa, por ahora «no hay faltante», pero si se presentan problemas esto se verá cuando se acelere la siembra en las próximas semanas. Vale recordar que en varias regiones los productores están aguardando una lluvia de 20- 30 mm para poder iniciar las labores ya que en los últimos meses se fueron reduciendo las reservas hídricas. También están atentos a la evolución del suministro de gasoil en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). Allí dicen que tienen reportes de algunos lugares con «un grado de restricción», pero «muy puntual».