Al cierre de los colegios electorales, las encuestas a pie de urna muestran que ni Netanyahu ni Gantz consiguieron suficientes apoyos para formar gobierno con sus socios tradicionales.
La supervivencia política del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien busca un quinto mandato después de una década en el poder, no quedó asegurada en los comicios de este martes 17 de septiembre de 2019.
Los primeros resultados de unas apretadas elecciones legislativas muestran un empate técnico entre el derechista partido Likud del actual primer ministro, y su principal rival, el centrista (en términos de la política israelí) Azul y Blanco, del ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz.
Los resultados de las encuestas a boca de urna dependen del canal de televisión que se consulte, pero todos coinciden en que, tanto el partido de Netanyahu como el de Gantz habrían logrado, cada uno, entre 31 y 34 escaños, de 120 que tiene el Parlamento.
Para lograr una mayoría gobernante, un partido debe conseguir 61 escaños de los 120 que tiene el Knéset, como también se le conoce al Parlamento israelí. Es allí donde entra en juego un viejo aliado de Netanyahu, ahora convertido en rival: el ex ministro de Defensa, Avigdor Lieberman.
El partido de extrema derecha Israel Nuestro Hogar, dirigido por Lieberman, es crítico para la formación de cualquier coalición gobernante. Las encuestas a boca de urna pronostican que Lieberman logrará entre ocho y diez escaños, casi el doble de la cuota que ostenta actualmente, lo que lo convierte en la pieza clave.