La crisis laboral se profundizó en el segundo trimestre, aun antes del estallido posterior a las PASO. El desempleo creció un punto porcentual en un año y alcanzó el 10,6%, la cifra más alta para el período abril-junio desde 2005.
En sólo doce meses, unas 310.000 personas más salieron a buscar trabajo y no lo consiguieron, por lo que la cantidad de argentinos en esa condición ya supera los 2.200.000. Respecto del mismo período de 2015, hay unos 700.000 desocupados más.
El Indec publicó ayer los datos laborales de la Encuesta Permanente de Hogares del trimestre pasado. El informe mostró también un fuerte crecimiento de la presión sobre el mercado de trabajo, conformada por quienes buscan empleo y quienes están disponible para trabajar más horas. El número total subió del 31,9% de la población económicamente activa en 2018, al 35,9% en 2019. Además del aumento del desempleo, preocupa el salto en el porcentaje de ocupados demandantes de empleo del 16% al 18,3% y de la tasa de subocupación (gente que trabaja menos de 35 horas por causas ajenas a su voluntad) del 11,2% al 13,1%.
«El aumento de la presión sobre el mercado de trabajo se produce porque en los últimos años crecieron los empleos precarizados y se produjo una caída muy fuerte en el poder adquisitivo. Estar ocupado no garantiza niveles mínimos de subsistencia», consideró el coordinador del Observatorio del Derecho Social, Luis Campos.
El aumento del desempleo estuvo acompañado por el derrumbe del salario real, que para junio caía al 10,1% interanual y acumulaba su decimonoveno mes consecutivo en baja. «Ahí opera un efecto trabajador adicional, de nuevos miembros de la familia que salen a buscar trabajo por la crisis», sostuvo el economista Martín Trombetta.
Coincidió el analista del IET Daniel Schteingart: «El ajuste se dio mucho más por salarios, que perdieron 18% desde que Mauricio Macri es presidente, que por empleos. A diferencia de finales de los 90, cuando era al revés en el marco de la convertibilidad».
Para Trombetta, los datos del Indec «son muy preocupantes, más aún si pensamos que es una foto vieja». Es que el recrudecimiento de la crisis, con un salto de la inflación y un nuevo desplome de ingresos incluido, impactará en la actividad y, claro, en el mercado laboral. En esa línea, Campos alertó: «El segundo semestre será inexorablemente peor. El desafío de reconstrucción es mayúsculo».
La consultora Ecolatina proyectó: «La proliferación de los puestos de trabajo informales y de las actividades cuentapropistas continuará ganando terreno en tanto no se observe una reactivación económica que permita un aumento del empleo de calidad».