Ya se vende el primer auto eléctrico de origen nacional: el Sero Electric, desarrollado por completo en el país y autorizado para transitar por la calle.
El Sero Electric se sitúa dentro dentro del segmento A o citycar. Después de haber conseguido la Licencia para Configuración de Modelo (LCM) de parte del Ministerio de Producción y Trabajo, fue homologado como “vehículo con circulación restringida”, por lo que solo podrá transitar en calles y avenidas, y no en rutas y autopistas. Así lo marca su patente impresa en color verde, que se diferencia de las convencionales.
Viene con tres carrocerías: sedán, camioneta alta y camioneta baja, con capacidad para transportar a solo dos pasajeros. En todos los casos, portará el mismo motor, de 5,6 caballos de potencia y una velocidad máxima estimada de 45 kilómetros por hora.
Su dirección es mecánica, a la vieja usanza, por oposición a la asistida, y como elementos de seguridad exigidos por norma tiene luces, apoyacabezas en los asientos, espejos retrovisores y cinturones de tres puntos. Carece de otros rasgos de seguridad más modernos, como airbags, habitáculo de jaula rígida con volúmenes deformables al frente y parte posterior, frenos asistidos contra bloqueo, etc. Por ello, y su velocidad y autonomía bajas, es que su circulación está muy restringida.
Precio de venta
El auto sale a la venta con dos precios, que se diferencian no por las carrocerías, sino por el material de la batería, el «alma» del automóvil: cuesta u$s 9.900 en el caso de la batería de plomo, que tiene menos autonomía (medible en carga total) y menos vida útil (medible en ciclos de recarga); mientras que en el caso de la de litio sale u$s 14.600. Esta última es la que ya se utiliza en casi todo el mundo en la fabricación de vehículos eléctricos.
La autonomía de la batería de plomo es de un máximo de 50 kilómetros, mientras que se duplica con la de litio. La carga se realiza en un toma corriente tradicional y demora entre cinco y seis horas completarla.
Más allá de la dolarización de los precios, desde Sero destacaron que este auto “tiene un 80% de componentes de fabricación nacional”, entre las autopartes que se crean dentro de la misma planta en Castelar, provincia de Buenos Aires, como las que son compradas a proveedores externos. La producción comenzó en junio del año pasado, tras haber completado la etapa de diseño, que demandó una inversión inicial cercana a los u$s 8 millones.