El aumento en las tarifas eléctricas obliga a ahorrar en los hogares, y también en locales. Pero en los espacios de uso común suele habler derroche energético, porque el gasto se diluye entre muchos. Ya se trate de aulas, pasillos o cocheras de edificios, es habitual que queden luces encendidas o equipos eléctricos funcionando innecesariamente, a veces durante jornadas enteras.
Frente a esto que venían observando en su propio ámbito de trabajo (la Facultad de Informática de la UNLP), un equipo de investigadores platenses desarrolló un sistema inteligente de ahorro energético, que fue premiado por la Fundación YPF por su adaptabilidad y bajo costo.
El desarrollo -creado por integrantes del Instituto de Investigación en Informática LIDI y distinguido por la Fundación YPF en la última edición de INNOVAR- consiste en un sistema inteligente que ofrece, en tiempo real, información para optimizar el consumo de energía en edificios, permitiendo a su vez reducir emisiones contaminantes.
Bautizado por sus creadores como SINDI (Sistema Inteligente Distribuido para el consumo eléctrico) el desarrollo consiste en un equipo adaptable a diferentes contextos y necesidades, y además de bajo costo, «porque la clave es el software y no requiere hacer cambios en las instalaciones eléctricas de los edificios».
«Fue a partir de eso que nod planteamos la posibilidad de crear alguna alternativa a la domótica comercial, mucho más barata y que pudiera aplicarse en nuestra facultad”, cuenta la doctora Laura De Giusti, coordinadora del equipo de investigadores del LIDI, un centro de la Universidad Nacional de la Plata asociado a la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC).
Con esa inquietud y un subsidio de la Secretaría de Políticas Universitarias, el grupo de De Giusti comenzó a diseñar el año pasado un sistema concebido en base a Unidades Locales de Procesamiento Inteligente que controlan los diferentes ambientes de un edificio, empleando un conjunto de sensores capaces de captar eventos del ambiente (presencia de personas, temperatura, conexión de artefactos, etc.) y de actuadores para controlar los artefactos conectados a la red eléctrica.
“Nuestro sistema consiste en un software que trabaja con sensores y controladores para optimizar el consumo energético. De esta forma uno puede programar el funcionamiento de los artefactos eléctricos de los distintos ambientes o valerse de sensores de movimiento y temperatura para apagarlos cuando no son necesarios”, explica De Giusti, al señalar que la ventaja del SINDI en relación a la domótica comercial es su costo y su facilidad de instalación: “no requiere ningún cableado extra ya que los sensores funcionan conectados a una red wifi”.
“Instalamos el prototipo en un aula de la Facultad sin tener que modificar la instalación ni los equipos eléctricos existentes”, cuenta la investigadora al comentar que la autoridades de la Universidad ya manifestaron su interés de encargar unos cien equipos de este tipo para colocar en las diversas sedes académicas y tener un mejor monitoreo del consumo eléctrico a nivel global.
Del desarrollo del sistema inteligente participaron los investigadores César Estrebou, Franco Chichizola, Leandro Libutti, Martín Pi Puig, Juan Manuel Paniego, Santiago Medina, Sebastián Rodríguez Eguren, Julieta Lanciotti y Joaquín De Antueno.