Salió ayer después de más de un año y medio preso para cumplir una condena de ocho años y diez meses por presunta corrupción.
La Justicia brasileña autorizó la liberación del expresidente de Brasil y la decisión se produjo después de que la Corte Suprema aprobara, el jueves pasado, que los condenados solo entrarán en prisión cuando la sentencia quede firme.
El líder histórico de la izquierda salió sonriente de la sede de la Policía Federal, donde cumplía su pena desde abril de 2018, y fue rodeado por una multitud de partidarios que lo aclamaba. También criticó al ex juez Sergio Moro, quien lo condenó en primera instancia, y que ahora es ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro