La propuesta, elaborada en base a un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), fue tomada por la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA): propine devolver los montos pagados por IVA en compras con tarjeta realizadas por sectores de menores recursos de la sociedad.
Si el Estado va a eximir del pago del IVA a productos del consumo popular, el documento propone que no sean los comerciantes quienes implementen la rebaja en sus precios, sino que sean los bancos quienes devuelvan a los consumidores el valor de la alícuota incluida en el precio final de los productos. Un esquema de este tipo favorece el objetivo de los bancos de una mayor inclusión financiera, pero también permite un mayor control.
Según el informe, la propuesta «posibilita limitar el beneficio solo para los sectores de menores ingresos, otorgando mayor progresividad al sistema impositivo; promociona la inclusión financiera, por mayor uso de los medios de pagos bancarizados; reducción del dinero efectivo y mayor formalización de la economía; y posibilita una fiscalización sencilla y automática».
Para fundamentar su propuesta, el IARAF expone una serie de desventajas del sistema actual y las contrasta con las ventajas del suyo. Entre las desventajas se encuentra que: “En general abarca solo a la última etapa de la cadena comercial del bien en cuestión, dado que las transacciones intermedias deben continuar efectuándose a la alícuota total del IVA, con la única excepción de ventas a monotributistas o microempresas responsables inscriptas que han quedado alcanzadas transitoriamente”.
«Es una medida de reducción directa del impuesto, pero que implica que su concreción efectiva depende del comportamiento final del vendedor, es decir de que éste efectivamente traslade al consumidor la rebaja impositiva. Esta situación de incertidumbre se ve potenciada porque es casi imposible realizar un control exhaustivo sobre los responsables. Entre las ventajas del propuesto, en tanto, se destaca que: “Se asegura que el 100% del beneficio llegue al consumidor”.
“Puede limitar el beneficio a los sectores de menores ingresos, lo que redunda en un carácter progresivo del impuesto” “Promueve la inclusión financiera por mayor uso de medios de pago bancarizados” «Reducción de dinero efectivo circulante y mayor formalización de la economía. Posibilita una fiscalización sencilla y automática».