A octubre de 2019, las fábricas fueguinas alcanzaron unas 6,1 millones de celulares producidos, una cifra que se ubica muy por debajo de los registros de los últimos años. Sensible al ritmo de los consumidores argentinos y a las devaluaciones de este año, el sector industrial de la provincia austral acusó el impacto de la crisis económica, pero aún se mantiene como el principal proveedor de smartphones de la Argentina, al abastecer el 96% del mercado interno de celulares.
Quedan un mes fuerte por delante con Navidad y desde AFARTE, la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica, esperan que la cifra final para 2019 se acerque a los 7 millones de celulares producidos. Es la cifra más baja de los últimos cuatro años, menor incluso a los casi 8 millones de teléfonos producidos en 2017.
A modo de referencia, hay que ir cuatro años atrás para encontrar el punto más alto de producción, registrado en 2015 con 11,9 millones de unidades enviadas al mercado. Salvo el pico registrado de 10,6 millones de celulares en 2017, una cifra que fue impulsada por la renovación de equipos 4G y las herramientas financieras disponibles en ese momento, la producción fue en picada y siempre se ubicó por debajo de los dos dígitos en los períodos siguientes.
«A comienzos de año estimamos alcanzar unas 7,5 millones de unidades vendidas para 2019. Ahora, con un contexto muy diferente por las devaluaciones, esperamos llegar a los 7 millones. Si le sumamos algunos accesorios e importaciones, estaremos apenas por debajo de lo previsto», dijo Federico Hellemeyer, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE). El sector de los teléfonos celulares, al igual que cualquier otro bien de consumo durable, está afectado por cuestiones económicas, devaluaciones y un menor poder adquisitivo, agrega el ejecutivo. «Pero también hay una tendencia global con una menor renovación de smartphones, que en parte se suma como un factor más que impacta en el consumo en la Argentina».
Más gama media
A su vez, Hellemeyer señala que durante estos dos últimos años también se registró otro cambio en el tipo de modelo elegido por los argentinos, donde se pudo ver un mayor volumen de smartphones de entrada y de gama media. «Más allá de los factores económicos locales, también es otra tendencia global que impacta de forma local con teléfonos de gama media que cuentan con algunas características de smartphones más caros y completos, agrega el presidente de AFARTE.
La expectativa para el próximo año aún no está clara para el sector. «Se espera una reactivación que no llega. Tampoco hay indicios que nos permita ver un mercado más dinámico en los próximos meses, y estamos en volúmenes muy bajos para nuestra capacidad de producción», dijo Hellemeyer. Se espera tener mejores precisiones sobre el tipo de cambio para estar atentos al contrabando, un mercado que este año registró 750 mil unidades no registradas, un número alto que nos indica que la actividad ilegal persiste pese a las devaluaciones y el bajo consumo.
«Tenemos en claro que no se volverán a tener registros de dos dígitos como en 2017, que fue el último año bueno que tuvo el sector», dijo el ejecutivo sobre la perspectiva que tiene AFARTE para 2020, y que las 7 millones de unidades de 2019 deben ser la base para un crecimiento de la producción en los próximos años.
«Si no se revierte estos números, será muy difícil mantener la capacidad de produdcción que supo sostener la industria en Tierra del Fuego», dijo Hellemeyer.