El jueves de la próxima semana, 5 de diciembre, cinco días antes del cambio de gobierno en Argentina, se hará la reunión de presidentes del Mercosur. Será en Bento Goncalves, en Rio Grande do Sul, y, según señala la periodista Natasha Niebieskikwiat, fue dispuesta así por Jair Bolsonaro para despedir a su aliado Mauricio Macri y evitar que estuviera el electo Alberto Fernández.
Como sea, la Unión Industrial Argentina y las principales cámaras sectoriales, entre ellas las de calzado, textiles y juguetes, le pidieron al gobierno de Mauricio Macri que no tome medida alguna para la próxima reunión del Mercosur que implique una rebaja del arancel externo común del bloque.
Desde el Ministerio de Producción, Dante Sica les habría hecho saber que no se cerrará ningún acuerdo en este sentido en el encuentro del próximo 5 de diciembre. Pero muchos dirigentes industriales siguen preocupados.
El viceministro de Economía para el Comercio Exterior del Brasil, Marcos Troyjo, en una reciente entrevista blanqueó que buscaban reducir el arancel externo común (AEC) del Mercosur del promedio actual del 14% al 5 ó 6%.
Troyjo es, como Bolsonaro, partidario además de una liberalización del mercado automotor dentro del bloque sudamericano cuando entre en vigor el acuerdo comercial con la Unión Europea. Y afirma que, a diferencia de la UE, el Mercosur fue «directamente a una unión aduanera. «Es natural que eso haya generado distorsiones. Una de ellas es un AEC, que se convirtió en un instrumento de aislamiento y no en una herramienta de integración. Trabajamos con nuestros socios del bloque para modernizar al AEC».
Macri viajará a la reunión con Faurie, Sica, y seguramente con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser y con la secretaria de Comercio, Marisa Bircher Exterior. Coordinador nacional del Mercosur, Reyser lleva en carpeta una propia visión de la reforma del bloque, que posiblemente tire abajo el canciller de Alberto Fernández.
Afirman en el despacho de Reyser que no habrá presentación de una baja de aranceles pero sí un diagnóstico que busca reformular el Mercosur y que esa reforma es partidaria de una mayor apertura del bloque.