Durante los últimos cuatro años, los planes de salud ofrecidos por las empresas de medicina prepaga aumentaron un 300%, por lo que se aceleró el pase de los afiliados a planes más baratos.
«La gente hace un esfuerzo enorme por no irse del sistema. Pero hubo mucha migración de planes altos a bajos y de cambio de prestador de nivel 1 a otro inferior. Los ingresos del sistema cayeron entre 10% y 15%este año, pero hubo más migración que otra cosa», dijo el presidente de la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la Argentina (Cempra), Ricardo Lilloy.
También hubo caída en la proporción de afiliados del sistema privado sobre la población, debido a que aumentó la cantidad de habitantes y el número de beneficiarios se mantuvo prácticamente estable.
De acuerdo al Indec, en el primer semestre de 2019 año el 68,4% de la población tenía cobertura médica privada (obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia) y 31,5%, cobertura pública, mientras que un año atrás esos porcentajes eran de 69,5% y 30,2%, respectivamente; bajó casi en un punto porcentual.
«Esta relación se mantiene porque si trabajás en blanco, tenés medicina prepaga. Y si no, la gente se inscribe en el monotributo y logra cobertura igual. Sigue existiendo pases de obras sociales a medicina prepaga. Ese no es el tema; el problema es de costos y cobertura», afirmó el presidente de Swiss Medical, Claudio Belocopitt.
El empresario explicó que el 60% de la gente proviene de afiliaciones de empresas, y «las compañías tratan de mantenerles a sus empleados la mayor cobertura». El otro 40% está dividido por la mitad entre los que hacen derivaciones de aportes y pagan una diferencia de su bolsillo, y los que son socios directos puros. Y la mayor migración se produce en este millón de afiliados directos, que son del segmento ABC1, y también entre los que tienen derivación de aporte a una prepaga pero abonan una diferencia importante.
Los aumentos son justificados por el sector: trepan los costos por la inflación y también por la devaluación, ya que la industria tiene una gran cantidad de costos dolarizados (insumos importados, medicamentos, equipamiento). Pero además, la innovación cada vez es más cara, argumentan.
Todos los equipos que se usan en medicina tienen una vida útil; siempre aparecen opciones menos invasivas y de mejor calidad. Y hay una obligación para responder solventemente a seguir incorporando esa tecnología. Eso se traduce en aumentos, explican.
Según Belocopitt, el traspaso de los planes altos a otros más bajos oscila entre el 10 y el 15 por ciento. Hoy el costo de un plan alto para una familia tipo cuesta $50.000 por mes, mientras que uno de los más económicos de Swiss Medical se ubica en torno a $15.000 por mes.
«Desde el último trimestre del año pasado venimos percibiendo un goteo que persiste. Perdimos 20.000 afiliados, que si bien no asusta por el número (cuentan con 2 millones de afiliados), sí preocupa por lo sostenido», aseguró a Infobae el gerente de Relaciones Institucionales de OSDE, Gabriel Barbagallo, quien agregó que si bien la empresa sufrió crisis más profundas, duraron menos meses.
Las empresas, para paliar esta situación, están ofreciendo planes parciales, pero también están pensando alternativas más económicas con copagos.