La conferencia de prensa de Martín Guzmán

El ministro de Economía Martín Guzmán planteó ayer los objetivos de lo que será su programa macroeconómico: frenar la caída de la actividad, eliminar los desequilibrios heredados y devolver la tranquilidad a los mercados, con la cuestión social como foco.

Sus anuncios puntuales fueron: continuará el control de cambios implantado por Macri (el límite a la compra de dólares para atesorar); y, por ahora, no habrá desdoblamiento cambiario.

Guzmán ratificó la renegociación de la deuda, y dijo que ya se está negociando con el FMI para adaptar el programa existente que -afirmó- el Fondo reconoce que ha fracasado. Mencionó una reunión previa a ser designado ministro con la directora Kristalina Georgieva. Pero no anticipó si se pagarán o no los vencimientos urgentes de la deuda.

Afirmó rotundamente que puede haber «un diálogo bien constructivo y abierto, pero hay que tomar decisiones. Este es nuestro proyecto y el programa es nuestro. No es un programa diseñado por el FMI sino por nosotros. Vamos a buscar adecuar el acuerdo a los objetivos macro de este programa«.

Dijo no habrá ajuste fiscal, pero que se buscará un sendero hacia el superávit. Lo que sugiere que habrá nuevos impuestos. Señaló que no puede haber emisión monetaria descontrolada, que «sería desestabilizante» en el marco de su programa.

Anunció la creación de una unidad de seguimiento de la deuda externa y una comisión de ex secretarios de Finanzas para aprovechar su expertise en la negociación de la deuda, sobre la que dijo también que ya existen contactos con acreedores privados. No se precisó sobre si habrá o no igual tratamiento a los bonistas que tienen papeles con ley local y extranjera.

Adelantó que presentará en el Congreso, en extraordinarias, un proyecto de ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, del que no dio detalles. Cuestionó severamente los cambios aplicados por Macri a la fórmula de cálculo de las ubilaciones, lo que sugiere que propondrá una reforma jubilatoria.

El primer cuestionamiento -muy argentino- que ha surgido a su exposición es que tuvo «gusto a poco». En cuanto a la deuda -el problema económico inmediato central, en lo que están de acuerdo el presidente y el ministro, la vaguedad es necesaria. Se está negociando, y no se va a conceder nada al otro lado de la mesa antes de un acuerdo definitivo. Por eso habla de un «default virtual»; ese «otro lado» también debe esforzarse para que no llegue a ser formal.

Por el resto, se puede sintetizar las definiciones del nuevo ministro de Economía, en la afirmación -el reconocimiento- que Argentina tiene que converger a un superávit primario: es decir, que los gastos no pueden ser mayores que los ingresos. Pero no puede haber un ajuste en 2020; la población ha sufrido demasiado y la caída de la actividad fue muy grande. También, que la emisión no es solución.

Frente a este cuadro -realista- de situación Guzmán ha sido un buen comunicador, para el sector del público que no es partidario de este gobierno ni opositor furioso. No tendrá la aprobación de «emisionistas» ni de «ajustadores» dogmáticos, pero eso era completamente previsible.

Una crítica aparentemente menos dogmática que se escucha es que falta «un plan». La Argentina debería esforzarse en tener un plan con metas y objetivos para la infraestructura vial y energética, para la vivienda, para el reordenamiento demográfico… Pero no sería serio plantear en estas condiciones -como se hizo varias veces en el gobierno anterior- un detalle de metas de inflación, niveles de emisión, tasas de interés… Que a pocos meses ya estaban descartados.

El plan de Guzmán es, parece evidente, acordar las mejores condiciones posibles para la Argentina con los acreedores, y, al mismo tiempo, aminorar gradualmente (¿les suena?) los desequilibrios que ha denunciado, sin causar intranquilidad a los «mercados» y, sobre todo, a la población. Que en dos años estará volviendo a votar.

Las medidas sorpresa -que las habrá- vendrán por el lado de obtener los recursos necesarios, y deberá elaborarlas con el ministro Kulfas y, sobre todo, el presidente Fernández.

A. B. F.

(Se agrega, para que juzguen por sí mismos, el video oficial de la conferencia del ministro Guzmán).