China realizó con éxito el lanzamiento de una nueva versión del cohete Long March-5, su lanzador espacial más grande y potente. El cohete, despegó y puso en órbita al satélite Shijian-20, que pesa alrededor de ocho toneladas.
Esta proeza tecnológica es un paso significativo del programa espacial chino porque -más allá del transporte de este satélite en particular- con la misión cumplida por el Long March 5 se logró confirmar que ya es un vehículo operativo y confiable.
Las autoridades chinas apuntan a convertirlo en su nave insignia y usar esta serie para ejecutar su plan espacial y las variadas misiones que China planificó para la próxima década. Estas misiones compiten con objetivos de EE.UU, ya que la potencia oriental planea realizar viajes a Marte, estudiar en detalle las regiones polares de la Luna, trayendo de regreso a la Tierra muestras de suelo y también poner en órbita su propio telescopio de observaciones de largo alcance, al estilo del exitoso Hubble.
The Long March 5 hizo su debut a finales de 2016; pero ya en el segundo lanzamiento, en julio de 2017, no logró alcanzar, por problemas técnicos en sus impulsores, la órbita programada. Luego de una serie de rediseños el Long March 5 volvió a despegar y cumplió su objetivo lo que le permite a China asegurar sus próximos pasos en el espacio.
Ahora, tras este lanzamiento exitoso, China probará el Long March 5B y como «carga útil» transportará un prototipo, por ahora sin tripulación, de un modulo que está siendo diseñado para transportar al espacio a astronautas chinos, a órbitas alejadas de la Tierra. Su potencia le permitirá transportar a órbitas «bajas», cargas de 25 toneladas.
Eso facilitará permitirá programar otro desafío: el lanzamiento del módulo central de lo que será el corazón de la futura Estación Espacial China, que pesa más de 20 toneladas. La intención de la agencia espacial es comenzar a ensamblar la Estación a partir del segundo semestre del 2021.
El satélite de comunicaciones Shijian 20 orbitará en una órbita geosincrónica y es el objeto tecnológico más pesado y avanzado de este tipo puesto fuera de la atmósfera terrestre por China hasta la fecha.
A menos de una hora de realizado el despegue, la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), la agencia estatal que se encarga del programa espacial chino, declaró que la misión era un éxito. Y reveló que el modelo de «Larga Marcha 5» utilizado en eta ocasión mide 57 metros de alto y consta de tres módulos de potencia, que utilizan diferentes tipos de combustibles.