El BCRA sale a regular a las fintech: ¿cómo va a impactar esto en el negocio de Mercado Libre?

Por estas horas, los funcionarios del Banco Central están ultimando detalles para lanzar una batería de medidas que promete revolucionar el mundo de las fintech. Así, a menos de cumplir un mes en su cargo, Miguel Ángel Pesce, presidente de la autoridad monetaria, saldrá a «nivelar la cancha» entre los bancos y sus competidores digitales, algo que hace varios años venían reclamando los banqueros.

En concreto, el plan del organismo tiene dos focos:

– Por un lado, apunta a restringir operaciones usadas por algunas las empresas para eludir el pago del Impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente (impuesto al cheque), lo que no sólo tiene impacto sobre la recaudación fiscal, sino que pone a las entidades en desventaja frente a las fintech

– Por otro, con el objetivo de cuidar a los ahorristas, limitará las transacciones que las financieras digitales efectúan con el dinero de sus clientes, a espalda de ellos

«La idea siempre es igualar a las fintech en cuanto a la competencia con los bancos. No queremos inclinar la cancha ni a favor ni en contra de nadie», revelan desde el organismo monetario.

En ese sentido, este jueves, en su habitual reunión de Directorio, el Banco Central planea aprobar las siguientes medidas:

1- Prohibir la transferencia de dinero desde la CVU (Cuenta Virtual Uniforme) de una persona jurídica a otra CVU. Sólo podrán girarlo a una cuenta bancaria.

«Los fondos de la empresa tienen que ir de una cuenta virtual a una cuenta corriente de la empresa en un banco. Puede recibir dinero por el cobro en Mercado Libre, pero no podrá girarlo a otra CVU», explica una alta fuente del BCRA. Esta limitación no afectará a las personas físicas, quienes podrán seguir realizando transferencia de CVU a CVU, como lo hacen ahora.

2- El dinero que está en las billeteras virtuales deberá estar depositado en una cuenta corriente bancaria.

Así, el objetivo del BCRA es garantizarse que el saldo que sus clientes tengan en un monedero virtual sea líquido y no se utilice por las fintech para obtener ganancias propias. «Algunas hacen plazos fijos o hasta invierten en fondos comunes el dinero de sus clientes, obteniendo una buena rentabilidad con fondos que no son propios», aseguran desde el Central.

Esto no afectará a los Fondos Comunes de Inversión que ofrecen empresas como Ualá o Mercado Pago, ya que en estos casos las personas aceptan invertir en esos instrumentos para obtener una renta. «El tema es lo que hacen a espalda de los usuarios, con plata que en teoría debería estar parada», ejemplifican en Reconquista 266.

3- Delimitar qué es lo que pueden hacer las fintech para que su operatoria no sea considerada intermediación financiera.

Acá, la idea es definir los negocios a desarrollar por estas empresas sin que se considere que están dando préstamos con fondos de los depósitos. Esto es determinante para establecer si quedarán bajo la órbita de control del BCRA. Hoy, el organismo monetario regula la operatoria vinculada a los medios de pago pero no les impone exigencias tales como capital mínimo, encajes o hasta otorgar la autorización para que operen, algo que sí ocurre con los bancos.

4- Incrementar los controles para detectar posibles casos de intermediación financiera encubierta.

Esto, más que una medida concreta, es una decisión política orientada a redoblar los controles a la operatoria de las fintech.

En caso de comprobar que una financiera digital está dando préstamos con sus depósitos y no con fondos propios, como dicen hacer, la decisión de Pesce es muy clara: iniciará sumarios, reclamará multas millonarias y hasta evalúa recurrir a las inhabilitaciones para que sigan operarando.

Estas son algunas de las medidas que buscará aprobar el Directorio, que también tiene en carpeta otras regulaciones. «Hay otras cuestiones que aún tenemos que terminar de ver. Si llegamos, también se aprobarán este jueves», sostiene una alta fuente del BCRA.

El Central hace lo que no hizo la AFIP

Al bloquear las transferencias de CVU de una empresa a otro CVU, el Central encontró el modo para evitar que empresas eludan el pago del impuesto al cheque, algo que cada vez era más frecuente entre las que vendían sus productos por plataformas como Mercado Libre.

A mitad del año pasado, la AFIP había adelantado que modificaría el Decreto 485 de 2017, para ampliar el alcance del Impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente a todas las operaciones por cuentas virtuales que incluyan a personas jurídicas. Esta enmienda no requería del paso por el Congreso, ya que no es un cambio en la alícuota o la creación de un nuevo impuesto.

Con esta medida que el jueves pretende aprobar el Central, los movimientos que las empresas hagan a través de sus CVU pagarán el impuesto al cheque, ya que para hacer uso de esos fondos deberán girar el dinero a una cuenta bancaria.

En 2019, el Estado registró ingresos por $349.559 millones con el Impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuenta Corriente, lo que representó el 7% de todo lo recaudado. «Esa norma tiene nombre y apellido: Mercado Libre», explica el titular de una entidad digital que integra la Cámara Argentina de Fintech. En concreto, afectará a las compañías que transaccionen por la plataforma de Marcos Galperín y, de manera indirecta, a ese negocio.

«Las empresas van a abonar el 1,2% de impuestos, como lo hace cualquier firma que opera con bancos. Habrá que ver si terminan trasladando ese costo a sus clientes o lo absorben, pero seguro les impactará», agrega el ejecutivo.

Este punto era uno de los reclamos que los banqueros vienen haciendo a la gestión anterior del Banco Central, pasando por Federico Sturzenegger hasta Guido Sandleris.

«Queremos igualdad para competir», pedía Javier Bolzico, presidente de Adeba, la cámara que agrupa a las entidades de capital nacional, en un evento con periodistas en julio del año pasado. «La cancha está inclinada para las fintech», agregaba.

La visión de Pesce

En una de sus últimas entrevistas televisivas, Pesce ya había adelantado que durante su gestión regularía a estas nuevas entidades, con algunos indicios de las medidas que este jueves tomarán forma de normativa.

«Lo primero que hay que ver es que estas fintech, cuando ofrecen un monedero electrónico, no hayan escondido detrás un mecanismo de intermediación financiera» con el dinero que la gente tiene depositado ahí, señalaba el titular del Central a Crónica TV. Y agregaba: «Lo único que pueden hacer con ese dinero es depositarlo en un banco. No pueden hacer otra cosa».

Con esas palabras, indirectamente, anticipó la medida que las obligará a que los fondos de los monederos digitales estén depositados en una cuenta corriente bancaria.

Si bien muchas financieras digitales aseguran que sus fondos «duermen en los bancos», al no tener la obligación de hacerlo, hay algunas que colocan el dinero de sus clientes en plazos fijos o en fondos comunes de inversión para rédito propio.

Si las fintech «ofrecen otros productos, como inversión en fondos de corto plazo, tiene que quedarle claro a las personas que su plata no está en una cuenta corriente, sino que está invertida en un FCI. Y el dinero, cuando realiza un pago, no puede salir del que tiene en el fondo, sino de su monedero», ejemplificaba Pesce en la entrevista.

Excusa para un nuevo reclamo de Palazzo

Esta batería de medidas seguramente le dará más argumentos al titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien desde hace varios meses viene apuntando contra la empresa de Marcos Galperín para que sus empleados no estén bajo el convenio de Comercio.

«Quiero que todos los trabajadores de las fintech se encuadren como trabajadores bancarios. Si están prestando servicios financieros tienen que estar dentro de La Bancaria y de nuestro convenio colectivo de trabajo», remarcó a iProUP el dirigente gremial.

El objetivo es sumar cerca de 7.500 trabajadores a los más de 110.000 empleados que hoy están bajo la órbita de La Bancaria.

En esa contienda seguramente juegue un rol clave el Ministerio de Trabajo, a cargo de Claudio Moroni, quien quiere crear un nuevo régimen contractual para los empleados de plataformas digitales, algo que puede abrir la puerta para hacer lo mismo con las fintech.

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