PARÍS.- Luego de dos meses de protestas en las calles, el gobierno francés retiró el viernes «provisionalmente» la medida más polémica de su reforma jubilatoria: retrasar de 62 a 64 años la edad mínima para cobrar una jubilación plena. Lo hizo para retomar las negociaciones con los sindicatos, que esta semana movilizaron nuevamente a miles de manifestantes en toda Francia.
«Con el fin de demostrar mi confianza en los interlocutores sociales […] estoy dispuesto a retirar del proyecto de ley la medida a corto plazo que había propuesto, que consiste en converger progresivamente a partir de 2022 hacia una edad de equilibrio de 64 años en 2027», escribió el primer ministro Edouard Philippe, en una carta dirigida a los sindicatos.
Philippe estableció como condición para el retiro definitivo de esta medida que las organizaciones sindicales y patronales encuentren un acuerdo sobre «el equilibrio y el financiamiento de las pensiones», a más tardar a fines de abril próximo.
En caso contrario, el gobierno del presidente Emmanuel Macron «tomará por decreto las medidas necesarias para alcanzar el equilibrio de aquí a 2027», advirtió el primer ministro francés.
Mientras que el principal sindicato opositor, la CGT, replicó rápidamente que seguía «más resuelta que nunca» para lograr la retirada total del proyecto, otra central más moderada, la CFDT, dijo estar dispuesta a seguir negociando tras la retirada de esa edad mínima.
Según el Ministerio del Interior, 150.000 personas marcharon ayer en toda Francia en contra de la reforma. Por su parte, la CGT estimó que medio millón de manifestantes acudieron a la quinta movilización en poco más de un mes.
El transporte ferroviario lleva 40 días de huelga, y este jueves 9 cerraron escuelas. En París, hubo choques con la policía y actos de vandalismo perpetrados por manifestantes violentos que rompieron vidrieras y saquearon varios comercios. Otros se limitaron a corear un pedido de renuncia contra el presidente. También se registraron algunos incidentes en las protestas en Marsella, Toulouse, Lyon y Nantes.
Los distintos gremios, encabezados por los transportistas, exigen el retiro total del proyecto de reforma. Todos convocaron a una nueva manifestación para el próximo jueves 16.
Macron salió de su silencio para defender el proyecto, que prevé la fusión de los 42 regímenes de pensiones actuales, organizado por profesiones, y la instauración de un nuevo sistema de cálculo, único y por puntos. Fue una de sus promesas electorales más ambiciosas y lo estima necesario frente al aumento de la esperanza de vida. «¿Cómo se hace cuando cada vez hay menos activos para financiar [las jubilaciones de] personas que viven cada vez más tiempo?», se preguntó el presidente durante una convención ciudadana sobre el cambio climático.
El primer ministro Philippe reiteró la voluntad del gobierno de seguir adelante con la reforma. «Este sistema universal es un gran proyecto de justicia social». Pero en las últimas semanas, el gobierno de Macron ya le había concedido al personal policial y militar, así como a los pilotos y controladores aéreos, la posibilidad de seguir jubilándose de forma anticipada.