Los ministros de finanzas de la Unión Europea agregaron a Panamá, las islas Seychelles, las islas Caimán y Palaos a su lista negra de paraísos fiscales, y concedieron a Turquía -también está señalada- más tiempo para evitar su inclusión.
Esta lista fue creada en 2017, tras la revelación periodística -impulsada bajo cuerda, se dice, por el gobierno alemán- de la existencia de estructuras organizadas para la evasión de impuestos. Incluye actualmente 12 «paraísos fiscales».
La inclusión de centros financieros como las Islas Caimán y Panamá constituye un endurecimiento de la UE. Las versiones anteriores habían dejado en la lista principalmente a islas del Pacífico y el Caribe con poca relación financiera con Europa, suscitando críticas por su excesiva indulgencia.
Panamá es el caso emblemático. En diciembre de 2017, la UE lo incluyó en su primera «lista negra» y, tras compromisos del gobierno panameño, lo trasladó a la «lista gris», de la que salió en marzo de 2019. Ahora regresa a la lista negra por no haber logrado «al menos» la calificación de «conforme en gran medida» del Foro Global sobre Transparencia Fiscal de la OCDE.
Los otros incluidos en la lista son
- Fiji.
- Omán.
- Samoa.
- Trinidad y Tobago.
- Vanuatu.
Y tres territorios de EEUU:
- Samoa estadounidense.
- Guam.
- Islas Vírgenes estadounidenses.
Es necesario señalar que, fuera de esta lista, hay 7 de los Estados miembros de la UE que han sido mencionados en el Parlamento Europeo como paraísos fiscales por primera vez en su historia. En concreto, hay un informe que dice que Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Malta, Chipre y Hungría “presentan características de paraísos fiscales” y “facilitan la planificación fiscal agresiva”. En otras palabras, posibilitan que las grandes empresas reduzcan de forma considerable su contribución al fisco.
Ese informe, resultado de un año de trabajo de la comisión especializada en delitos financieros, ha sido aprobado por 505 votos a favor, 63 en contra y 87 abstenciones, y constituye la tercera acción de este tipo a raíz de escándalos como los Papeles de Panamá, LuxLeaks y los Papeles del Paraíso.
Los eurodiputados cifran en un billón de euros la evasión y elusión fiscal de los países de la UE y en 50.000 millones el fraude con el IVA. De la misma forma, critican que muchas multinacionales pagan cantidades ínfimas de impuestos en comparación con empresas de menor tamaño y que los países de la UE se han embarcado en una “carrera a la baja” para atraer a compañías a base de rebajar su impuesto de sociedades.
En AgendAR nos acordamos de un viejo dicho español (apropiado) «En todas partes se cuecen habas, y en mi casa, a calderadas».