La estrella (financiera) de ayer jueves 20 fue el Bono Dual, que, en la tradición de las películas de aventuras, estuvo al borde de la muerte (el default), pero se recuperó y triunfó.
Este bono se compra en pesos pero podía cobrarse al equivalente de la cotización del dólar (de ahí «Dual») más una tasa de interés. Los bonos para rescatarlo fueron licitados por segunda vez el 6 de febrero, después del escaso éxito de la primera donde tuvo solo 10% de adherentes. Esta segunda licitación fue declarada desierta.
Al día siguiente, se anunció que no se pagaría y se reperfiló. De inmediato, perdió 30% de su valor. Después tuvo alzas y bajas. Pero este miércoles después del mediodía, cuando se supo que podía volver a licitarse, el AF20, como se lo conoce técnicamente al bono Dual, comenzó a subir y terminó 11% arriba.
Así, el Gobierno logró canjear más de $9.000 millones (145,7 millones de dólares) por el Bono Dual (AF20), es decir, casi tres veces más de lo previsto inicialmente, en el marco de la reapertura del canje activo cuyo pago de capital fue reperfilado la semana pasada hasta fines de septiembre.
En un comunicado, el Ministerio de Economía dijo que «colocó 9.001 millones de pesos del ‘Bono Badlar + 100 pbs’, con un precio de corte de 1.089 pesos y una tasa anual del 34,55%».
El aspecto interesante de esta operación es que, como se sabe en la plaza, la gran mayoría de estos «Bonos Duales» está en poder de inversores extranjeros. La lectura es que -aunque muy descontentos con la quita que se viene encima- los fondos están interesados en seguir haciendo sus negocios con los valores argentinos, a pesar que las tasas de interés son muy inferiores a las que obtenían hace pocos meses.