Ayer, durante el seminario «Desafíos para el crecimiento y el desarrollo de América Latina» organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en el Centro Cultural Kirchner, funcionarios de primera línea quisieron mostrar que la negociación de la deuda externa no ha congelado la capacidad de iniciativa del gobierno.
El secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, dijo allí que es importante rever la facilitación del comercio, fortalecer las cadenas de valor e impulsar un Mercosur Plus, «similar al que forman México, Estados Unidos y Canadá».
«De nada sirve hablar de economía 4.0 cuando no hay inversión en tecnología en América Latina, cuando las economías tienen tecnología 1.0 o 2.0, en donde 9 de cada 10 empresas usan tecnología antigua. Hay un retraso en los niveles de aplicación de oportunidades tecnológicas de los procesos productivos de nuestras empresas».
Beliz también mencionó la necesidad de mejorar el sistema de administración fiscal con los países de la región, lo que fue conversado con el FMI. «Los paraísos fiscales que generan infiernos sociales», dijo, y añadió: «Con recursos escasos, las políticas de inclusión encuentran restricciones presupuestarias inmensas. Por eso es fundamental mejorar la administración fiscal en los países de la región. Haciendo más eficiente el gasto público e incrementando ingresos al correr el velo de verdaderos agujeros negros en la recaudación tributaria».
Según expuso, la «inversión extranjera fantasma» ya alcanza al 38% de la inversión de manera directa global. Los recursos que descansan en paraísos fiscales «ocasionan infiernos sociales, al desfinanciar las arcas públicas, amplificar la volatilidad de mercado de capitales y quebrantar el sistema productivo».
Para Beliz, la solución está en controlar mejor la inversión pública, tal como lo anunció el 1° de marzo el presidente Alberto Fernández. «Cada peso que se tome de manera externa va a tener mejor control, no solo por su calidad, sino en su impacto. Vamos a tener nuevas métricas que monitoreen estos nuevos fenómenos».
Por su parte, Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo, se refirió a la necesidad de lanzar una agenda de electro-movilidad y sugirió que se podría pedir colaboración a los organismos internacionales para industrializar el litio y la renovación de la flota del transporte público.
Dijo que a esta iniciativa se podrían incorporar los productores de autopartes. Planteó la conveniencia de arrancar la electro movilidad en el transporte público de pasajeros, «donde hay un desafío muy interesante de renovación de las flotas de colectivos para mejorar la vida urbana y poder ofrecer una mejor calidad de vida».
El ministro también destacó la importancia de incorporarse a la industria 4.0, a través de la tecnología del conocimiento, que tiene «sustancial importancia para consolidar la matriz productiva», dijo. Esto permitirá mejorar la vida urbana, la agenda verde y poder ofrecer una mejor calidad de vida con menos ruido y contaminación.
La propuesta del ministro buscaría el fortalecimiento del sector a través de las cadenas productivas de autopartes para implementar nuevas tecnologías en todo lo relacionado a la electromovilidad. «Un auto, hoy, es más conocimiento y software que en el pasado».
Kulfas también expuso la necesidad de crear «anillos energéticos y palancas» para que las pymes puedan participar activamente en proyectos tecnológicos y que no sean sólo actores pasivos. Mencionó en particular la producción de baterías de litio.
En el seminario participaron tambíén el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; Héctor Alexander, ministro de Economía de Panamá; Humberto Colmán, viceministro de Economía de Paraguay; y Cecilia Nahón, representante de la Argentina ante el Banco Mundial, entre otros.