En medio de la volatilidad global de los mercados -baja del petróleo más coronavirus- y de la disparada del riesgo país local, el Gobierno logró un sólido avance en su intento de refinanciar la deuda emitida en pesos, para no caer en una sobre emisión. Consiguió ampliar hasta un 85% el canje del Bono Dual (AF20) por u$s 945 millones. Su primer intento de canje fallido, hace poco más de un mes, terminó en un reperfilamiento fozoso.
Esta vez logró al canjear la totalidad de las ofertas recibidas tanto para el canje de ese título por el bono ajustable por CER (Boncer), que vence en dos años, como las que le presentaron con distintas Letras del Tesoro (LETE) que vencían a fin de marzo y comienzo de abril, por las que ofreció a cambio una canasta de Letras por $71.500 millones, que le permitirán aplazar por entre 90 y 240 días más de la mitad de los vencimientos por $128.000 millones en esos instrumentos que debe enfrentar entre lo que resta de marzo y comienzos de abril.
«Es un resultado valorable que nos permitirá avanzar con menos presión en el diálogo con los inversores, que van comprendiendo las limitaciones que tenemos», estimaron en el Ministerio de Economía.
Los analistas económicos, y el mismo gobierno argentino, han señalado las dificultades que la tormenta global que atravesamos presenta para el plan de reestructuración de la deuda que se plantearon el presidente Fernández y el ministro Guzmán. Y tienen razón. Pero la incertidumbre general, también afecta a los fondos de inversión. Aún a los especuladores. Cuando los valores suben y bajan enloquecidos, es más difícil apuntar a la Argentina como «el chico malo» que no cumple las reglas.
De todos modos, el gobierno está posponiendo al oferta de reestructuración que va a hacer a los acreedores para la próxima semana.