Los productores agropecuarios europeos -que suman en total alrededor de 10,5 millones de explotaciones con una superficie promedio de 16,6 hectáreas cada una- recibirán este año subsidios de los Estados miembros de la UE por más de 40.000 millones de euros, según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Estos subsidios se efectivizan bajo el formato de “pagos directos”, en virtud de los regímenes de ayuda incluidos en el marco de la Política Agrícola Común (PAC).
La asistencia directa es una de las ventanillas de subvención a los agricultores de la Unión Europea para impulsar su producción, proteger el mercado interno y alentar las exportaciones del sector.
El gobierno, y nuestros productores agrarios, deben entender que, cualquiera sean las disposiciones de un eventual tratado comercial con la U.E., nuestros principales productos de exportación no van a encontrar mercados en Europa. Debemos darnos una política coherente y continua para, sin dejar de abastecer el mercado chino, y defender el brasileño para el caso del trigo, desarrollar el posible próximo motor de las exportaciones: la India.